Después de la sorpresa de las Elecciones y la victoria de Alicia Florrick, próxima Fiscal del Estado, The Good Wife se toma su tiempo para analizar el día después en Undisclosed Recipients. Es decir, las implicaciones que su victoria tienen en su vida profesional y, en menor medida, en la personal. Al contrario que sus compañeros.
Para empezar, no cabe duda de que, al contrario de lo que la mayoría esperábamos, al darle la victoria a Alicia, los guionistas han cambiado totalmente la trayectoria de la serie. O, al menos, el concepto. Alicia ya no es una abogada: ahora es una fiscal. Ahora no defenderá a sus clientes: los acusará. Por si fuera poco, las otras bases de la serie ya se han derrumbado o están deterioradas. De hecho, podemos decir que lo único que queda de la Alicia de 2010 es que sigue siendo madre, e incluso eso se le escapará de las manos cuando Grace se vaya a la universidad.
Del mismo modo que Julianna Margulies se ha hecho a la nueva Alicia, el personaje tiene que aprender cuál es su nuevo papel como Fiscal. Nuestra protagonista imaginó que besaría al santo nada más llegar, y lo cierto es que lo primero que ha hecho ha sido besar culos bajo la dirección de Eli Gold, quien ha tenido algo que aportar después de meses de vacío existencial. Ahora mismo, sinceramente, me resulta indiferente a quién ponga Alicia de segundo al mando —aunque ya me estoy imaginando cosas sucias con Alicia y Finn— o ante quién se tenga que arrodillar: lo que importa es, de hecho, saber qué es lo que hará con Bishop, porque de ello dependerá sin duda el futuro de Kalinda, que ha vuelto a tener un papel activo en The Good Wife.
Del mismo modo que Julianna Margulies se ha hecho a la nueva Alicia, el personaje tiene que aprender cuál es su nuevo papel como Fiscal. Nuestra protagonista imaginó que besaría al santo nada más llegar, y lo cierto es que lo primero que ha hecho ha sido besar culos bajo la dirección de Eli Gold, quien ha tenido algo que aportar después de meses de vacío existencial. Ahora mismo, sinceramente, me resulta indiferente a quién ponga Alicia de segundo al mando —aunque ya me estoy imaginando cosas sucias con Alicia y Finn— o ante quién se tenga que arrodillar: lo que importa es, de hecho, saber qué es lo que hará con Bishop, porque de ello dependerá sin duda el futuro de Kalinda, que ha vuelto a tener un papel activo en The Good Wife.
Pero para eso todavía quedan unos episodios, aunque no demasiados. Alicia está tomando las riendas del cargo y pensando en el futuro, pero todavía falta lo fundamental: tomar decisiones. Todavía está por ver el papel que tomarán los personajes principales, pero todo apunta que tras el enfrentamiento entre Alicia y Finn con los socios del bufete para negociar la salida de la Florrick, se aproximarán numerosos enfrentamientos entre los antiguos amigos. Si es que alguna vez lo fueron, realmente. Sin duda, de ser así, el futuro de la serie podría llegar a ser muy satisfactorio, y nos daría mucho juego la nueva dimensión de las interacciones entre Alicia, Cary y Diane en una serie que necesita volver a sus orígenes, aunque sea con un chip distinto.
Por si fuera poco, todos estos cambios tienen lugar en un caso de propiedad intelectual que está claramente inspirado en el reciente hackeo a la Sony. Las negociaciones entre abogados, sinceramente, son lo de menos: son las consecuencias que tienen los avances en el caso lo que nos mantienen pegados a la pantalla. Bajo la supuesta defensa de la libertad de expresión, alguien hackea el correo del bufete y hace públicos todo tipo de comentarios que acabarán con una verdadera —y divertidísima— batalla campal en los despachos. Alicia se libra, por poco, e incluso en esos momentos de incertidumbre se demuestra lo preocupada que está por su escasa moralidad en los últimos tiempos.
A todo esto, por cierto, me pregunto por qué solo han enfocado a los correos en los que hacen comentarios sobre sus compañeros y no sobre los casos del bufete —se menciona un correo sobre Sweeney, y ya está—, o correos sobre Alicia, lo cual hubiera sido también muy interesante.
En definitiva, parece que el terreno está sembrado y que lo que tenga que venir lo hará en los próximos cinco episodios. ¿Conseguirá Alicia evitar convertirse en Peter? ¿y qué pensáis sobre el caso de Kalinda?
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