Helix huele a cancelación

La segunda temporada de Helix ha pretendido traernos novedades y una renovación completa respecto a su primera temporada. Pero renovación no es sinónimo de éxito y aunque hayan desplazado la plaga a otro sitio la serie no termina de convencer del todo. 

Recordemos que la serie ahora se sitúa en una isla desamparada y todo transcurre en el interior de una abadía que se encuentra en ella. Los médicos de CDC (esta vez son Peter, Sarah y Kyle) llegan a ella con el propósito de investigar una nueva cepa del virus y se encuentran de lleno con los miembros de esta secta. Allí se encuentran personajes de los más variopintos y, entre ellos, está infiltrado Alan, antiguo médico del CDC, que se vuelve loco con los inmortales y con la empresa Ilaria y va hasta allí con el propósito de acabar con ella. 

La secta está liderada por Michael, un inmortal que trata de acabar con la fertilidad de los hombres , mediante la alteración de unas manzanas que se cultivan allí, todo esto es lo que ha provocado el virus. Además de esto, el tal líder es el que se encarga de fecundar a las mujeres de la secta, que de tonto no tiene nada el tío. Aunque, no todas están de acuerdo con este método, ya que una de sus hijas, Amy, se encarga de encerrarlo permanentemente en una fosa. 

Amy ha sido esta temporada uno de los personajes malotes, tanto es así que ha resultado ser empalagosa e impertinente, sobre todo al final cuando desea convertirse en inmortal. Como era de esperar la chica tiene su merecido cuando tiran un gas tóxico para exterminar  todo el mal de la isla y se le desfigura la cara. Aunque para ser un gas tan mortal no dura nada en el ambiente y sobreviven casi la mayoría de los miembros más importantes de la abadía. 

Entre otros personajes novedosos esta temporada está la madre de Amy, Anne, que va de mosquita muerta, pero es la que sabe todo lo que ocurre en la abadía. A parte de esto, cuando todo termina es la que le come el tarro a Peter para que sea el nuevo líder de la secta. Así es como este, deseoso de tener el control, le hace caso en todo y acaba en prisión al final de temporada. Aunque sinceramente era innecesario volver malo a Peter, ¡qué obsesión!

Por su parte, Sarah ha sufrido mucho esta temporada, ya que intenta por todos los medios proteger a su bebe inmortal, pero al final muere. Además, pensábamos que iba a superar lo de Alan y liarse con Kyle, pero ni esa suerte ha tenido la pobre. El tal Kyle es otro doctor del CDC que envían a la isla con el proposito de reunir pruebas que incriminen a Alan para ir a la cárcel. Pero el doctor vuelve y entrega a Peter y encima vuelve a casa con un premio, el niño Soreen, que al parecer su sangre es muy especial (no se sabe a qué se debe está especialidad), ya que es la cura para la plaga. 

En cuanto a Julia, que ha protagonizado los flashback introducidos por los guionistas como novedad (bastante absurdos, puesto que todo se podría haber desarrollado en un mismo lapso temporal), en estos saltos temporales ella busca una cura para una enfermedad que afecta a los inmortales, pero cuando la encuentra no la quiere. La susodicha cura resulta ser Soreen, nuevamente. Julia es también la que, treinta años antes, intenta frenar el exterminio de la raza humana que pretende llevar a cabo Ilaria; misión inútil, puesto que cuando regresa ya no lo iban a hacer, sin más. 

En el último episodio vemos como Ilaria se ha hecho con el control de todo, mediante un anuncio que emana felicidad. Vemos como Alan lo han convertido en inmortal, cosa que odia, pero no sabemos quién lo ha hecho. Por último,nos presentan a Sarah trabajando en una superclínica de fertilidad de la empresa Ilaria. 

En general, una temporada con bastantes taras, saltos innecesarios, personajes cambiantes y misiones fallidas sin pretexto. Aunque la serie ha dejado bastantes cabos sueltos para una nueva temporada, solo esperamos que no sea así y, finalmente, sea cancelada.