El año pasado, la historia de la crononauta Claire Beauchamp de Outlander cosechó un importante número de seguidores gracias a la historia de amor de la protagonista con el apuesto escocés Jamie Fraser.
Dividida entre el amor que sentía por el marido que había dejado en 1945 y los sentimientos que empezaban a surgir hacia uno de sus anfitriones en la escocia de 1743, hemos ido viendo las diferencias entre las dos épocas y con ello una llamada al feminismo por parte de una serie que en un principio podía hacernos pensar algo muy diferente.
La primera parte fue una grata sorpresa, de premisa y ritmo sencillo pero que conseguía cautivar gracias a la pareja formada por Jamie (Sam Heughan) y Claire (Caitriona Balfe). Todos queríamos saber cuál iba a ser el destino de ella si no podía regresar a su vida anterior y como sería aceptada (o no) entre los rudos escoceses que no entendían como una mujer podía ser tan independiente y fuerte.
Ahora bien, esta segunda mitad ha sido mucho más irregular que la primera. Personalmente creo que algunos capítulos no han mantenido la frescura de la primera mitad llegando incluso a rozar el aburrimiento en la estancia de la pareja en Lallybroch y la desesperada búsqueda de Jaime por parte de Claire y los pocos soldados que consigue reunir. Han sido casi tres capítulos de transición para poder llegar a un final a la vez chocante y de muchos sentimientos.
Que Jack Randall (Tobias Menzies) es un sádico y violento capitán lo teníamos asumido desde su primera aparición (todo lo contrario que su descendiente y marido de Claire, Frank) lo que no podíamos imaginar era esa obsesión por Jamie.
Tras hacer un trato con Randall, Jamie sufre en sus propias carnes las torturas físicas y psicológicas del capitán para conseguir que Claire no sufra daño alguno. El ultimo capitulo está casi dedicado por entero a demostrarnos la atracción enfermiza que Randall siente hacia Jamie a través de las torturas y violaciones consecutivas en la celda.
Aplaudo la forma en la que los actores han llevado a cabo las escenas y sobretodo en la veracidad con la que están filmadas. Pocas veces vemos en televisión una violación donde víctima y agresor son ambos hombres y mucho menos de la manera en la que hemos visto ésta. No ha habido casi ningún reparo a la hora de mostrarlo y eso es importante para poder imaginar por todo lo que pasa Jamie. La escena en la que se encuentra tumbado con la mirada perdida y sin vitalidad no se entendería igual sin unas imágenes de lo sucedido antes.
Una vez rescatado, Jamie prefiere morir que vivir con ese recuerdo durante el resto de su vida y lo que más le atormenta es ver a Claire y saber que cuando Randall lo sometía a sus crueldades era la cara de ella la que imaginaba.
No va a ser fácil que Fraser olvide todo por lo que ha tenido que pasar, pero ahora rumbo a Francia y con Claire embarazada puede que le cueste un poco menos.
Ufff. Espera la segunda temporada, eso si va hacer aburrido
ResponderEliminarAhora, la interpretación de Sam y Tobias puffff. Te ponía la piel chinita