Este domingo vuelve a HBO y a Canal+ Series en estreno simultáneo una de las series más esperadas del año, True Detective. Tras su éxito del año pasado, un poco empañado por su final, Nic Pizzolatto vuelve a la carga con una segunda temporada que, aunque en el fondo su temática sea parecida, en teoría debería cambiar casi todo lo anterior. El listón está muy alto, así que las críticas serán feroces ante el más mínimo error.
A estas alturas ya sabemos que los protagonistas de True Detective se van a duplicar. Por un lado tendremos a Ray Velcoro (Colin Farrell), quien parece tomar el testigo del memorable Rust Cohle de Matthew McConaughey, es decir, un policía con grandes cicatrices emocionales y con un pasado complicado, Ani Bezzerides (Rachel McAdams), la primera detective femenina de la serie, y Paul Woodrugh (Taylor Kitsch), un ex militar reconvertido a agente de policía, que también tendrá un complicado bagaje emocional detrás. Los tres investigarán la desaparición del administrador de un pueblo que parece haber huido con una gran cantidad de dinero, para lo que contarán con la ayuda de un criminal que aspira a legalizar sus negocios, Frank Semyon (Vince Vaughn).
El reto de Pizzolatto es muy complicado debido a las expectativas lógicas después del bombazo de la primera temporada. Crear una historia nueva, con personajes y actores nuevos y fuera del confort de su Luisiana natal, ha debido suponer una presión importante y cierto miedo ante unas críticos que están deseando devorarlo. Me da la sensación de que haga lo que haga y sea lo que sea la segunda temporada de True Detective va a ser destruida sin compasión porque creen que se lo deben tras las alabanzas iniciales y la decepción tras el final. Incluso muchos de ellos lo harán simplemente por llevar la contraria.
Tras las cámaras no estará Cary Fukunaga, que hizo un gran trabajo y fue el principal responsable de la famosa cohesión estética que consiguió la primera temporada. Este año no habrá un único director pero sí varios famosos realizadores de televisión cuyos trabajos les avalan, como por ejemplo Justin Lin (Community, Scorpion), encargado de dirigir los dos primeros episodios, un nombre no tan reputado como el de Fukunaga. Personalmente, creo que aquí sí se puede resentir un poco la serie, no sólo por las habilidades de tal o cual director, que son muy importantes para dotar al todo cierta unidad narrativa y estética, sino también porque Luisiana tiene un encanto, una magia y una luz muy diferente. A buen seguro, la fotografía será idéntica y ayudará a paliar las diferencias geográficas, ya hemos visto en tráiler que así lo parece.
Entran en juego ahora las expectativas que cada uno tenga. Muchos seguirán con ganas de más y seguramente caerán rendidos ante cualquier historia decente que les ofrezca Pizzolatto, otros seguirán obcecados en que True Detective no les gusta y no hay nada que pueda remediarlo. Personalmente, que sí me gustó, el baile de nombres que se creó el año pasado me bajó muchísimo el hype. El reparto sigue sin convencerme pues no hay ninguna estrella a la altura de, al menos, Matthew McConaughey, y el fichaje de Vince Vaughn en un principio me parece un error. Pero si consiguen contar una historia lo suficientemente atractiva, con buenas actuaciones y una calidad estética interesante, me tendrán ganado otra vez. ¿Qué expectativas tienes con respecto a la segunda temporada de True Detective? ¿Crees que estará a la altura de la primera? ¿Qué te parece el reparto?
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