Este verano la gran HBO nos ha traído dos nuevas comedias con suerte dispar. La primera fue The Brink, de la que hablamos hace unos días y que nos pareció un fiasco absoluto y la otra es Ballers, la heredera natural de Entourage (El Séquito) no sólo por temática sino también porque comparten muchos nombres en el apartado creativo. Sus similitudes, a pesar de que pueden parecer excesivas, han reactivado el factor nostálgico de los fans de Vincent Chase y compañía “casualmente” en el momento que la película que cierra su serie llega a las carteleras.
Spencer Strassmore (Dwayne Johnson) es un ex jugador de fútbol americano que, tras haber malgastado su fortuna, prueba suerte como asesor de jugadores profesionales de la NFL trabajando para una empresa. Su reto es conseguir atraer clientes gracias a sus contactos pero los problemas empiezan a surgir cuando su deber se cruza con los egos de estos millonarios prematuros, cuyas vidas llenas de excesos y tentaciones pueden desviarlos del camino correcto, como ya le ocurriera al protagonista.
Ballers viene a salvar la imagen veraniega de HBO tras la tímida respuesta a la segunda temporada de True Detective y el desastre que ha supuesto The Brink, que inexplicablemente también ha sido renovada para una segunda temporada. La serie de The Rock no es tampoco una gran maravilla pero no quiere serlo y se posiciona claramente en el lado del entretenimiento por encima de la excelencia de la cadena. Al igual que pasaba con Entourage, tiene el valor añadido de presentarnos una realidad ajena y lejana para la inmensa mayoría de nosotros, un poco idealizada siempre desde un punto de vista masculino, donde el dinero, los coches y las mujeres tienen prácticamente el mismo protagonismo y los personajes femeninos importantes brillan por su ausencia.
La gran sorpresa de Ballers es precisamente su protagonista, un actor al que estamos tan acostumbrados a verlo en películas comerciales de acción que nunca nos hemos parado a analizar si realmente es buen actor. En los primeros episodios Dwayne Johnson cumple con nota y casi podemos decir que es lo mejor de la serie, y eso que no se sale del todo de sus roles habituales, quitando los mamporros claro, que esto es televisión de altura. Es precisamente esta adaptación al lenguaje propio de HBO (tenía miedo de utilizar el término 'HBOización') lo que le saca de ser quien es a convertirlo en un actor a tener en cuenta pero, ojo, talento tiene aunque su corpulencia le inhabilite para todo tipo de papeles.
En definitiva, Ballers cumple como lo que pretende ser, una serie de entretenimiento que arrastre al público de Entourage y a los fans de The Rock, que podrán verle en un nuevo registro del que sale muy airoso. La cadena, por su parte, ha dado luz verde a un tipo de comedia muy coherente con su imagen y que ya está empezando a ser un éxito, por lo pronto ya está renovada para una segunda temporada.
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