De forma lenta pero segura, Amazon va jugando sus cartas para plantar cara en Estados Unidos a ese gigante del vídeo bajo demanda que es Netflix. Catastrophe, una pequeña comedia británica que hizo muy poco ruido a nivel internacional cuando se estrenó en Channel 4, comenzó a ganar algo de presencia en los medios americanos cuando la plataforma la estrenó en Norteamérica, y se ha convertido en una de las sorpresas del verano para algunos rezagados que hemos decidido darle ahora una oportunidad.
1. Su naturalidad
Enamorarse, casarse, tener hijos... El curso natural de las relaciones en la vida real es demasiado aburrido como para que nos apetezca verlo en pantalla, así que el cine y la televisión suelen optar por sacudir un poco las cosas. Catastrophe da comienzo cuando Sharon y Rob, dos cuarentones, se conocen en un bar: ella es londinense y él un americano que ha viajado al Reino Unido por trabajo. Rápidamente conectan y lo que parecía un rollo de una noche se convierte en una semana de sexo a todas horas, en cualquier rincón y muchas veces sin protección.
Rob vuelve a Boston sin tener muy claro si volverán a verse, pero, cuando Sharon le llama para contarle que está embarazada, no duda en coger un avión de vuelta a Londres para estar con ella. Son conscientes de que a su edad no tendrán muchas más oportunidades y deciden quedárselo e intentar hacer lo 'correcto' (empezar una relación, criarlo juntos). Pero, desde el primer momento, queda claro que no es solo un compromiso moral, sino algo que ambos quieren sacar adelante.
Muy en la línea de You're the Worst, Catastrophe es políticamente incorrecta sin resultar forzada, y es precisamente la mala leche de sus protagonistas lo que hace que nos los creamos como personas normales y corrientes y no como la enésima representación de un arquetipo, pues la premisa tampoco es tan original. Todo transcurre sin artificios y con naturalidad, lo que hace que queramos saber más de Sharon y Rob, cómo son juntos y quiénes son como personas.
2. Te reirás a carcajadas
Pero su naturalidad no esta reñida con el sentido del humor, que va desde lo bruto a lo absurdo, pasando por lo escatológico (las primeras temporadas de 2 Broke Girls demostraron que, bien hecho, funciona). Sus creadores, que son también sus dos protagonistas, saben rematar los gags y hacernos reír a carcajadas, algo imprescindible si tenemos en cuenta que Catastrophe toca temas muy delicados, como las dudas y complicaciones que acarrea un embarazo a los cuarenta.
El equilibrio es problemático, y hay momentos duros de digerir, pero Catastrophe sale airosa y no se la puede considerar una dramedia: las risas siempre ganan a las lágrimas y el sabor de boca que dejan los capítlos es siempre bueno.
3. Una química que atraviesa la pantalla
Louie C.K., Lena Dunham, Mindy Kaling... todos escriben para sí mismos siendo conscientes de sus puntos fuertes y limitaciones como actores, algo que suponemos que también hacen Sharon Horgan y Rob Delaney. Aun así, no se puede negar que ambos están fantásticos en sus papeles y alcanzan un nivel de complicidad emocional (y sexual, que llevan una vida muy activa) increíble, fundamental para cualquier comedia romántica que quiera destacar entre las miles que se hacen al año, ahora también en televisión.
Eso sí, si hubiese que destacar a uno de sus dos actores, tendríamos que decantarnos por Horgan, que hace gala de multitud de matices interpretando a Sharon: inseguridad, vulnerabilidad, determinación, sentido del humor, culpabilidad, nostalgia...
4. Huye de los estereotipos
Independientemente de lo agorero de su título, Catastrophe se ha propuesto contar lo positivo y lo negativo de la situación en la que se ven envueltos sus protagonistas, sin endulzar el embarazo pero sin dar a entender en ningún momento que es un marrón insoportable para Sharon y Rob.
Por otra parte, y del mismo modo que no se la puede considerar una serie conservadora, tampoco intenta ser moderna y rompedora a cada instante. No cae en la manida guerra de sexos, y el retrato de la pareja huye de los estereotipos propios del género de cada uno (siendo esta una de las razones que la hacen especial), pero no trata de hacer de ello un discurso.
5. Te durará un asalto
En Vulture publicaban el otro día un artículo comentando cómo la tendencia en la televisión actual es hacer temporadas cada vez más cortas. Muchos argumentan que esto beneficia a las series a nivel de calidad y, aunque yo soy partidario de los 22 capítulos y de que mis personajes favoritos me acompañen todo el año, que Catastrophe tenga solo seis capítulos --de momento-- ayuda a que sea bastante redonda.
Duran algo más de 20 minutos cada uno y en total son poco más de dos horas, así que hacerse unas palomitas una tarde tonta y verla del tirón no es un mal plan. Por simple que sea su planteamiento, la diversión está garantizada.
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