Pese a que la temporada ha sido bastante mejor de lo que esperábamos, esta
2014-2015 nos ha dejado algún estropicio
televisivo al que dar cera en retrospectiva hoy en lo que hacemos tiempo
para la siguiente tanda de estrenos.
Como somos un poquito mala gente y nos gusta canalizar el espíritu de
Nelson Muntz de vez en cuando,
hoy vamos a darle un repasito a las
peores cagadas que ha habido este año en los despachos de las networks.
Ellos nos cancelan nuestras series favoritas, nosotros nos vamos a regodear en
sus pobres elecciones de pilotos.
Manhattan Love Story (ABC)
Fue la primera serie que pasó por la
guillotina este año. Poco más de tres semanas le dio la cadena a este
despropósito de la voz en off. Sencillamente bochornoso de ver. Este error con
complejos telepáticos fue carne de plataformas de video on demand, las cuales se
encargaron de emitir los 7 episodios que ABC directamente dejó de lado y que a
lo máximo que podían aspirar era acabar en su página web.
Selfie (ABC)
Los martes de ABC han sido nefastos. Selfie,
que acompañaba a Manhattan Love Story,
pese a generar cierta atención con su
piloto filtrado en agosto, pronto empezó a flaquear y lo que parecía una
versión moderna de My Fair Lady
adaptada a las redes sociales se quedó en comedia romántica con aderezos de
Instagram. Sólo 7 episodios se llegaron a emitir, dejando el montante final hasta
los 13 inicialmente firmados a Hulu y WatchABC.
Allegiance (NBC)
En midseason también hemos tenido machetazos sin piedad. NBC, reputada
cadena por fusilar series inmisericorde, se tomaba 5 episodios para anunciar
un cambio en su programación y mandaba a su servicio online a Allegiance. Lo curioso es que en NBC.com los episodios siguieron publicándose
semanalmente, como si de un simple e inofensivo traspaso de canal se
tratase.
The McCarthys (CBS)
Al igual que la guadaña debería reemplazar al pavo real del logo de la NBC,
la risa enlatada es el emblema de las comedias de CBS. La simpleza de sus
sitcoms es algo de esperar, pero algo tan sumamente básico y tan noventero en
el sentido más negativo del concepto no tenía prácticamente nombre. Poco después del parón navideño la serie
fue relevada y los episodios restantes se dejaron para el verano, donde el
relleno es más necesario.
One Big Happy (NBC)
Ellen DeGeneres apadrinaba y producía este proyecto. ¿Quién no va a tomar a Ellen por una garantía? ¿Quién? A partir de
este año, probablemente nadie. Otra comedia simplona sobre la vida del
homosexual contemporáneo con chistes de libro que en el mejor de los casos
escandalizarían a vuestras abuelas hace veinte años. La orden de seis episodios
se quedó en eso.
Weird Loners (FOX)
A la pobre Becki Newton no le cae un producto bueno. Entre Love Bites y The Goodwin Games, la chica se ha acabado convirtiendo en un mal
presagio en cada piloto que protagoniza. Weird
Loners no tenía ni una premisa original ni unos personajes muy allá. Se quedaba en simpaticona, y simpaticona en
midseason no se come un colín. Al igual que One Big Happy, la orden de seis episodios se les hizo larga a los
ejecutivos de FOX.
*
Es interesante que de estos epic fails sólo
uno de ellos sea un drama y el resto sean comedias. Una llamada de atención
para el género que no ha sido todo lo fructífero que debería esta temporada en
lo que a formatos de media hora se refiere.
El departamento de cancelaciones fulminantes no nos ha ofrecido demasiado,
dejando a un lado las series que llegaron a completar su pedido inicial de trece
episodios en el aire. Bueno para la industria y para el público y un poquito
peor para los que no podemos expulsar todo el veneno que quisiéramos. Recordamos
que los estrenos de la 2015-2016
empiezan el día 21 de septiembre, así que podemos esperar menos de un mes
para la siguiente ración de críticas feroces en masa.
Señores, no tengan piedad. No hace falta.
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