Tras años en los que hemos estado dando el coñazo día sí y día también sobre la situación tercermundista que sufríamos los seriéfilos españoles por no contar con algo tan básico como Netflix, hace unas semanas la compañía norteamericana anunciaba que se apiadaba de los pobres españoles y que, en octubre de este año, el gigante aterrizaría en España para conquistarnos a todos. Eso sí, todavía no sabemos prácticamente nada a pesar de su inminente lanzamiento.
Netflix llega a un mercado audiovisual en el que las plataformas de contenido 'a la carta' ya existen, están asentadas y cuentan con una base de usuarios. No es el sistema innovador que irrumpió en Estados Unidos y ha alzado con 42 millones de usuarios. Aquí tendrá que luchar con plataformas como Yomvi, Wuaki, Filmin... Hay varias opciones (algunas muy bien trabajadas) y Netflix tendrá que ponerse las pilas si quiere una posición prominente en este mercado y arrebatarle suscriptores a las demás. Por estructura, catálogo y plataforma, el principar competidor de Netflix es, a priori, Movistar+.
El principal escollo que se va a encontrar Netflix es la idiosincrasia de una España más que acostumbrada a descargar (de forma poco legal) el contenido audiovisual que consume que pagar una contraprestación por ello. El principal argumento que Netflix ofrece es comodidad para sus clientes. Una vez creada la cuenta y establecido el método de pago, solo tienes que seleccionar la serie/película/documental y ver tantos episodios como el cuerpo te aguante. Sin descargas, sin buscar subtítulos, en alta definición, con una buena interfaz y desde cualquier dispositivo imaginable (no imaginéis el Apple Watch, por dios).
El talón de Aquiles de Netflix en España, al menos inicialmente, será el catálogo. Desde la compañía ya han advertido que "tardará años en ser equiparable al de Estados Unidos", en palabras de Neil Hunt, responsable de producto de la compañía. No, no todas las series están en Netflix. Aunque algunas series las den en la versión de Estados Unidos, la maraña de contratos, ventanas de exhibición, exclusividades y demás parafernalia legal impide que la compañía presente un catálogo unitario para todos los países en los que opera. Tampoco las nuevas temporadas de las series de las que sí tienen derechos se suben al día siguiente de su emisión. Tampoco es esa no es su función.
Sin embargo, ofrece gran parte de su contenido original. House of Cards y Orange is the New Black son exclusivas de Canal+, pero Daredevil, Narcos y otras seis series originales, más las que ha resucitado y las que están por venir, serán su principal baza. El mercado hará que el ritmo de producción de series originales vaya en aumento en los próximos años y ese puede ser el punto fuerte de la compañía en países como el nuestro, mientras fortalecen su catálogo.
De momento, estamos ya a solo unos días para que llegue octubre y, por tanto, la fecha que dio la compañía de streaming como aterrizaje de su servicio en nuestro país y desde Netflix todavía no se han posicionado ni sobre el día definitivo que se podrá acceder al catálogo ni sobre de los precios finales que tendrá el servicio (uno de sus peces gordos confirmó unos precios que resultaron ser "aproximados", causando un caos de prensa con Netflix llamando a todos los medios más o menos importantes para desmentir la noticia). Además, la empresa no cuenta con una sede específica en nuestro país y determinadas funciones, como la de comunicación y prensa, se realizan a través de una agencia externa.
De momento, estamos ya a solo unos días para que llegue octubre y, por tanto, la fecha que dio la compañía de streaming como aterrizaje de su servicio en nuestro país y desde Netflix todavía no se han posicionado ni sobre el día definitivo que se podrá acceder al catálogo ni sobre de los precios finales que tendrá el servicio (uno de sus peces gordos confirmó unos precios que resultaron ser "aproximados", causando un caos de prensa con Netflix llamando a todos los medios más o menos importantes para desmentir la noticia). Además, la empresa no cuenta con una sede específica en nuestro país y determinadas funciones, como la de comunicación y prensa, se realizan a través de una agencia externa.
En definitiva, Netflix llega a España para ser un complemento de contrastada calidad a lo que ya tenemos, no para sustituir todos los servicios que veníamos usando hasta ahora para ver las series. Los que reclamaban el servicio, que eran notorios por redes sociales y blogs especializados, ya lo tienen aquí. Está por ver si España apoya o le da la espalda. En mi caso personal, tengo claro que contrataré el servicio al menos durante las primeros meses para comprobar qué catálogo tiene, pero dudo que el servicio replique el mismo éxito cosechado en otros países en los que ya opera. Tendrán base de usuarios constante, sí, pero no creo que presuman de números conseguidos en España.
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