Otra semana más continúa American Horror Story con su extravagante hotel. Esta semana se ha celebrado en el hotel Cortez la noche del Diablo, ya que ellos no podían celebrar un Halloween normal y corriente. El hecho es que el fundador del hotel, March, ha reunido a todos sus amigos y asesinos en serie para conmemorar esa noche, que al parecer celebran desde hace ya varios años. Y, como no podía ser menos, han llegado nuevos visitantes al hotel y vemos varias caras ya conocidas por los seriéfilos.
En el desfile de invitados de esta semana, hemos podido encontrarnos con una habitual ya en American Horror Story, Lily Rabe, que ha bordado con sobresaliente el personaje de la serial killer, Aileen Wuornos, una prostituta que mató a varios hombres. Tan bien lo hace Rabe que nos ha llegado a dar hasta asquito, tal y como lo hizo en su día Charlize Theron en la película Monster, y ha conseguido darle vidilla al capítulo que ha sido, más bien, desconcertante. También hemos podido ver a otros asesinos como John Gacy o "el payaso asesino", Ricky Ramírez, Jeffrey Dahmer, interpretado por Seth Gabel (Fringe, Salem), y El asesino del Zodiaco o Zodiac Killer. Todos ellos, al parecer, colegas de March y guiados por él durante sus andadas como asesinos y, por supuesto, muertos al igual que él.
Toda esta macabra reunión presenciada por John, el inspector, que no da crédito a lo que está viendo y encima va hasta arriba de alcohol. Aunque la fiesta no tiene ni pies ni cabeza, la presencia del inspector en ella es todavía más ridícula e innecesaria, ya que finalmente no pasa absolutamente nada. Lo más increíble es que antes de esto, John ve caer sangre de las paredes y cuando va al piso de arriba y ve a la criada con manchas de sangre y con el aseo lleno de sangre, tampoco hace absolutamente nada, se limita a escuchar la historia del hijo perdido de esta. Entonces, ¿ para qué sirve este inspector? ¿Se va a pasar toda la temporada sin hacer nada ni intentar darse cuenta de lo que hay? ¡Por dios John actúa ya!
Mientras tanto su mujer, Alex se ha traído a su hijo Holden a casa y claro, la mujer se lleva un gran susto cuando el niño les deja sin mascota. No le queda más remedio que volver al Cortez para saber qué está pasando con su hijo. La condesa le dice claramente que su hijo es un vampiro y que si quiere estar junto a él, tendrá que unirse a su elenco. Así que ya tenemos otra vampiresa más en el club y un infarto más para el pobre John.
Esto ha sido todo esta semana, un episodio que se desvincula de la trama para nada, bastante aburrido y que deja a medio reparto fuera del capítulo. Así que no nos queda más remedio que esperar al próximo para seguir desencadenando más la historia.
COMENTARIOS