Los jinetes del apocalipsis son a
la humanidad lo que los reboots y los remakes a esta edad de oro de la
televisión. El presagio de que algo va a irse a la mierda muy rápido, hablando
mal y pronto. Cada vez son más las
readaptaciones de contenido a la pequeña pantalla en vez de tirar de las
miles de ideas originales que con toda probabilidad sean rechazadas en los
despachos de las cadenas.
La última noticia que nos dejaba
con cara de “¿qué hemos hecho mal para merecer esto, señor?” ha sido MacGyver,
que está en desarrollo en CBS, esa cadena a cuyo target de edad en drama le
quedan menos de dos décadas de vida y lleva desde el inicio de los tiempos
produciendo procedimental tras procedimental. C(B)SI, en su esfuerzo número
cero de intentar renovarse, esta temporada cuenta con reboots/remakes de Limitless, Supergirl, Rush Hour, Training Day, una nueva prima de Criminal Minds y lo único original que presenta
es una de médicos, Code Black, que no
tiene mucha pinta de ser una revolución. Parece que MacGyver va a tener competencia para destacar entre tanta variedad.
Lo de CBS es lógicamente una
exageración y, por suerte, un caso anecdótico. En otras cadenas la cosa está bastante mejor, pero aún huele un poco:
CW sigue ampliando plantel de superhéroes con Legends of Tomorrow; FOX la lía —en el peor de los sentidos— con Minority Report, Lucifer y esa cosa que llama Rosewood
y donde no sale –A; y NBC, como sigue a la deriva, no vamos a entrar a juzgar Blindspot, otra más de su Chicago y, para rematarnos la esperanza,
una de policías que le ha encargado a Jennifer Lopez. Saquen ustedes sus
propias conclusiones o váyanse a ShondABC.
Y os preguntaréis, ¿a santo de
qué viene esta lista improvisada de eyerolls por venir o ya poniéndonos a
prueba? A que estamos en crisis, señores.
Se están juntando el hambre y las ganas de comer.
Sí, no podemos ser unos haters
absolutos. Hay ocasiones en las que
devolver una serie o una película a la vida es un acierto. Véase Fargo, véase probablemente X-Files, véase con toda seguridad Twin Peaks si llega algún día y, hace un
poco más de tiempo, la soberbia Battlestar
Galactica. Pero estamos ante muy contadas excepciones. ¿Abrimos el cajón de
mierda? Lo abrimos.
Los Ángeles de Charlie, El Coche Fantástico, La Mujer Biónica, Wonder
Woman… ¿Os acordáis de alguna? Porque estuvieron
o intentaron estar en vuestras pantallas hace relativamente pocos años y se
dieron tal batazaco que están enterradas en el olvido y palabrita de boy scout
que no volveremos a mentarlas.
Esta sobredosis de
series/películas/historias que ya hemos visto, si se suma a un género tan
sumamente trillado y predecible como el procedimental, es echarle gasolina al
fuego. ¿Veis la relación que hay entre un remake y una fórmula narrativa que
consiste en hacer lo mismo una y otra vez, episodio tras episodio? Repetir las repeticiones. Es el colmo
de la originalidad. Un espejo frente a otro espejo con capacidad de aburrir a
las ovejas hasta el infinito.
No es de extrañar que llegados a un punto de saturación de
mercado, el regreso de Coach fuese
defenestrado hará cosa de un mes. Mientras, Xena y El Equipo A siguen
acercándose al estreno de forma imparable.
Y, por poner un broche positivo a
este artículo preapocalíptico, ya que hablamos de cosas imparables, podríamos
mencionar el ascenso de los grandes éxitos de la temporada pasada: Empire y How to Get Away with Murder. Que si os paráis a pensar, ambas son
aquello que se conoce como una idea
nueva. ¡Quién lo iba a decir!
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