¿Otra serie policiaca más? ¿Otra serie sobre terrorismo en América? ¿Un grupo de jóvenes que lucha por entrar en las filas del FBI?
Pues sí, Quantico es todo eso, para bien y para mal. La premisa es sencilla: un nuevo atentado de características similares a las del 11-S en New York hace sospechar a las autoridades de que el culpable se halla entre los nuevos candidatos al FBI. Por ello, a través de la declaración de una de las nuevas agentes, Alex Parrish (Priyanka Chopra), retrocedemos nueve meses para descubrir cuál de los compañeros de Alex (o ella misma) puede ser el terrorista.
Todos los personajes se nos muestran desde el primer momento como un sospechoso a tener en cuenta y nos presentan distintas características distintivas para que el espectador también juegue a desenmascarar al culpable. En ese campo juega muy bien, desde el primer minuto sientes la necesidad de ir descartando o añadiendo a tu lista de sospechosos a los principales novatos del FBI. Es más, la primera prueba que Quantico les asigna es la de escoger a un compañero e intentar averiguar sus secretos más profundos, por lo que desde el primer capítulo sabemos todo sobre todos los personajes. ¿O No?
Una chica musulmana (en el punto de mira, por supuesto), un predicador mormón, un ex-marine, una aficionada a las armas... todos esconden algún secreto que los demás compañeros deben averiguar. Quizás el mayor error de este primer capítulo sea éste, la investigación es rápida y enseguida llegamos a los interrogatorios donde los secretos salen a la luz, porque, como en muchas series sobre los cuerpos especiales de policía, sus empleados (en este caso, “estudiantes”) son una suerte de adivinos a los que solamente les hacen falta cuatro datos pata conocer completa y absolutamente a todo el mundo.
En cambio, parece que dispone de una leve capacidad para sorprender con algunos giros de guión, por lo que suponemos que esos secretos no serán los únicos que guarden los aspirantes e incluso los encargados de formarles.
Podríamos decir que estamos ante una mezcla de Criminal Minds (especialistas en eso de “adivinar” a la gente) con un pequeño toque de Homeland (solo pequeño, Carrie Mathison se los comería a todos) y algo parecido a una escuela de jóvenes talentos donde solo los mejores formaran parte del FBI.
En resumen, para pasar el rato no está mal sobre todo si intentas ser uno más de la investigación, pero peca de ir demasiado rápido en su inicio desentrañando la búsqueda de secretos en un solo episodio.
Además tiene tópicos, tanto del FBI como de sus agentes, que están bastante ajados ya en cine y televisión. Da la sensación de que poner unos agentes normales, con unos procedimientos e investigaciones más cercanos a la realidad es sinónimo de aburrimiento, y lo que realmente cansa es que pocas series sobre los cuerpos de seguridad innoven en su mecánica.
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