El episodio de esta semana ha estado dedicado, casi exclusivamente, al pasado de la condesa y cómo llegó a convertirse en una chupasangres. La historia no es que tenga mucho misterio, pero sí que viene con dos personajes más para el reparto de esta abarrotada temporada.
Gran parte del capítulo es un enorme flashback hacia 1925. Aquí no encontramos con una joven condesa con deseos de convertirse en actriz y que está enamorada de uno de sus compañeros de reparto, Valentino, interpretado por Finn Wittrock, al que ya habíamos visto esta temporada en el papel de Tristán. Quizás por esto, el capítulo pasado mataron a dicho personaje; aunque tal y como está la temporada cargada de actores, no sabemos qué trabajo le suponía a Murphy buscar un actor diferente para dicho papel.
La condesa comienza una relación de tres con Valentino y su mujer, Natacha, interpretada por Alexandra Daddario. Una noche, Elizabeth acude a la inaguración del hotel y conoce la noticia de que su amado Valentino ha muerto. Horrorizada por la noticia decide suicidarse, pero March se lo impide; aunque a cambio de esto quiere pasar toda la vida con ella. Entonces, a pesar de que no le gusta nada March, se casa con él y descubre su horrible afición. Mientras tanto, la condesa continúa llevándole flores a su amado Valentino, hasta que un día este va hacia allí con su mujer y le explica que es un vampiro y que fue convertido por un director de cine alemán. Así que hace lo mismo con Natacha y con la condesa para poder estar juntos toda la eternidad. Aunque March se encarga de que esto no sea así emparedando a los amantes de su esposa para siempre.
Pero, en la actualidad, el hotel Cortez está en obras y los obreros se encuentran con dicha pared; así que deciden tirarla, liberando a los antiguos vampiros que vuelven sedientos de sangre, matando a los pocos huéspedes que tiene el hotel. Así que, como ya he dicho, tenemos dos nuevos personajes en el reparto de esta quinta temporada.
La condesa al ver que la pared se encuentra abierta se queda estupefacta; de hecho, Iris le dice que nunca la había visto tan asustada. Pero, más tarde, cuando acude a una cena con March, resulta que no sabía nada acerca de lo que había hecho su marido con sus amantes. Entonces, ¿por qué se sorprende inicialmente?
Por otra parte, tampoco es que nos sorprenda que la condesa y March estuvieran casados, ya que cuando se presentó el personaje de Evan Peters, ya aparecía una chica rubia junto a él en los flashback. Así que se veía venir que sería ella. Si no, ¿por qué sería dueña ahora del hotel?
Paralela a toda esta enredada y dramática historia de la condesa, tenemos al personaje de John que está en un hospital psiquiátrico intentando superar sus últimas vivencias en el hotel. Pero no se librará tan fácilmente del Cortez, ya que sabe que está encerrado allí el asesino de los diez mandamientos, que lleva toda la temporada produciéndole dolores de cabeza. Entonces decide ir a hablar con él, pero en su lugar se encuentra con una niña muy parecida a su hija Scarlett, que promete llevarle hasta el asesino si la saca de allí. Una vez que la saca, la niña se esfuma y no lo lleva hasta él, pero si que le ha dicho que está en el Cortez. ¿Quién será el dichoso asesino y por qué tortura al pobre John? Nos ha parecido ver unas manos de hombre, solo esperamos que no sea un personaje nuevo.
En conclusión, la historia de la condesa no ha estado mal, pero tampoco ha sido muy sorprendente, como ya he dicho, lo de March era de esperar y la historia del trío amoroso es muy al estilo del creador, pero en cuanto al vampiro incial, ya podría haber sido una criatura mucho más mítica con unas características mucho más curradas. En cuanto a John pedimos un poco de misericordia, está dando demasiada pena, es un detective, no pueden reírse tanto de él.
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