Efectivamente, Glenn está vivo. Tras varias semanas de elucubraciones, indicios, declaraciones y ese enorme spoiler gigante llamado The Talking Dead, todos sospechábamos que el milagro era más que factible. Mientras tanto, tranquilidad en Alexandria, la que precede a la tempestad, donde Rick y compañía esperan al regreso de Glenn, Daryl, Sasha y Abraham para que les ayuden a alejar la horda de los muros de la ciudad.
Como ya se sospechaba, Glenn consiguió salvarse gracias a las tripas de Nicholas y el contenedor de basura, mérito al 50%, y ahí se quedó hasta que los caminantes se aburrieron y se fueron. Ya he manifestado en otras ocasiones que no me gustan para nada este tipo de cliffhangers porque hoy en día no tienen sentido narrativo o de mantener fiel a la audiencia, bueno sí, pero sobre todo a nivel social, donde parece que últimamente es donde se decide el éxito de una serie o programa televisivo. Más allá de tendencias, lo cierto es que en el mundo 2.0 es casi imposible mantener dichos cliffhangers, que no están a salvo de filtraciones, fotos robadas o simplemente carteles o promos del propio programa, como The Talking Dead, del que podría decirse que su formato es un spoiler en sí mismo. ¿A vosotros qué os parece?
Volviendo a lo que interesa, Glenn se ha topado con la fugitiva Enid, a quien ha obligado a emprender el camino de vuelta junto a él. La chica ya ha perdido a sus padres y piensa que sería demasiado doloroso volver a perder a alguien querido, como por ejemplo Carl. La trama teen de The Walking Dead se sigue volviendo más oscura a medida que avanza la temporada, pues Ron que, paradójicamente ha aprendido a disparar de la mano de Rick, ha decidido que quiere cargarse a su archienemigo Carl, al menos eso buscaba antes de que cayera la torre.
En cuanto al resto de personajes de Alexandria, hemos podido ver varias escenas sueltas sin un hilo narrativo común, que nos ha dibujado el panorama del pueblo por encima tras los recientes sucesos y previos a otra nueva difícil situación. Rick ha interrogado a Morgan, ha apuntalado las murallas, le ha salvado la vida a Spencer y ha intentado trazar un plan para alejar a los zombies de las murallas. Por su parte, Carol no le quita ojo de encima a Morgan, sabe que algo está tramando, algo que confirma al final del episodio. Así pues, tenemos un escenario con muchos problemas latentes que amenazan con saltar por los aires todos al mismo tiempo en la mid-season finale de la semana que viene.
En líneas generales, se trata del episodio más flojo de lo que llevamos de temporada, que está rayando a un nivel espectacular en cuanto a acción y ritmo, pero que ha perdido profundidad de personajes y mucha de la carga antropológica, psicológica y filosófica que sí tenía en la quinta temporada. Los efectos ya se están notando en personajes que toman decisiones incoherentes consigo mismos y en diálogos insustanciales. Con todo esto, el último episodio del año tiene una pinta extraordinaria y no hay que perdérselo por nada del mundo.
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