Tras el hiato que supuso el anterior episodio, el quinto nos devuelve tras los muros de Alexandria, donde sus habitantes se reponen del ataque de los Wolves y de las malas noticias que han llegado del exterior con Rick y Michonne. Asimilar las pérdidas humanas y asumir el nuevo rol que deben asumir sin los nuevos retos a los que se enfrentan todos los personajes. Bueno, eso y estar rodeados de caminantes.
Now es uno de esos capítulos que The Walking Dead utiliza de vez en cuando para adaptar a los nuevos personajes, que los vayamos conociendo aunque sea de manera superficial para que se integren en la trama global. El pueblo de Alexandria, como colectivo, no se ha recuperado psicológicamente del ataque y siguen sin estar preparados para lo que les espera fuera, por lo que su comportamiento es totalmente lógico teniendo en cuenta el poco tiempo que ha pasado desde la muerte de Pete y el alzamiento de Rick como líder de facto, hasta el punto de suicidarse. Algunos de ellos empiezan a ganar relevancia, como Denise, interpretado por Merritt Wever, que se ha convertido en el interés amoroso de Tara y Spencer, convertido en héroe y villano por su responsabilidad en el ataque de los Wolves. También los hijos de Jesse parecen muy afectados de distinta forma, uno de ellos no se atreve a bajar las escaleras mientras el otro comprende que tiene que aprender a defenderse por sí mismo, aunque no se le vean las intenciones aún.
Rick se ha convertido en el principal punto de apoyo para Deanna y Jessie. La primera sigue en estado de duelo tras la muerte de su hijo y su marido, pero ya empieza a recuperarse. Primero trazando nuevos planes para ampliar la ciudad y luego encargándose de un caminante perdido. Rick, tan pesimista (o realista) que es, la consuela afirmando que Alexandria no era ninguna quimera. Lo mismo hace con Jessie que, a pesar de su rápida evolución, sigue teniendo dudas sobre si están ante su final. El sheriff ha mostrado comprensión, fe y esperanza en que todo mejore, así como espera que sus amigos regresen sanos y salvos.
Volvemos al principio del episodio, cuando Deanna contempla desde e puesto de vigilancia cómo Michonne le cuenta a Maggie lo que ha sido de Glenn. La única superviviente de la familia Greene ha reaccionado como esperábamos, preparándose para buscar a su marido con Aaron, que se siente culpable por haber dejado las pistas para que los Wolves los encontraran. Abajo, en las alcantarillas, confirmamos nuestras sospechas de que estaba embarazada, por lo que decide dar marcha atrás. A estas alturas se hace cada vez más difícil saber si Glenn va a volver, pero la serie sigue dejando la puerta abierta para ello, así que no lo descartemos. Eso, y un episodio centrado en sus peripecias.
Por último, me gustaría subrayar algunas ideas que pueden haber quedado un poco en el aire. La primera es la pobre resolución del cliffhanger de Rick, que simplemente ha sobrevivido corriendo hacia Alexandria a pesar de estar lejos aún y de estar lo suficientemente rodeado como para que fuera realmente difícil escapar. En segundo lugar, comprendo que no quepan todos los personajes en todos los episodios pero llama la atención cómo aparecen y desaparecen algunos por arte de magia a pesar de encontrarse en el mismo lugar, como Carol, Michonne, Morgan, Eugene o el padre Gabriel, casi inédito esta temporada, lo que nos hace preguntarnos cuál es la razón para que siga en la serie. Al menos hoy Rosita ha teñido frase, lo que nos recuerda que sigue presente.
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