Por fin el maremágnum de tramas que se han ido creando esta temporada han empezado a confluir para juntarse en un solo objetivo: detener el potencial atentado sobre Berlín. Ya sea desde la perspectiva de las agencias de espionaje o del ámbito civil —con el equipo de Otto Düring—, los guionistas de Homeland han vuelto a acertar en su reflejo de los miedos que nos rodean en la actualidad.
“No
podemos dejar que nuestras ciudades caigan en el pánico cuando a ellos
les de la gana. Es el nuevo ‘normal’, caballeros”. Así responde el jefe de la
CIA ante la sugerencia de Saul de informar a los ciudadanos del peligro
inminente y que nos recuerda todo lo sucedido durante este año de una forma
inquietante. En estas cinco temporadas hemos visto cambiar el panorama
internacional desde las consecuencias de la Guerra de Irak hasta la expansión del yihadismo por Europa (con sus peligrosas paranoias), que nos ha rodeado casi
sin darnos cuenta.
En
este complicado contexto, Carrie recuerda que dejó a Quinn moribundo en un
almacén y le pide ayuda a Astrid. Y sí, ese “¿¿nine days??” lo hemos gritado
todos internamente: ¡a buenas horas te acuerdas de tu compañero, Mathison!. A
pesar de estas incongruencias, la búsqueda del grupo terrorista nos ha ofrecido
la posibilidad de observar el desarrollo de la amistad entre las dos agentes.
Nina Hoss retrata a la perfección un personaje secundario brillante, con el
justo equilibrio entre madurez e inteligencia sin perder la sensibilidad que la
hace humana.
Los
extremistas logran huir pero en el camino se encuentran con un Quinn que ha sobrevivido a duras penas a su exposición al gas sarín. El pobre ha sido
tiroteado, sus heridas infectadas, ha intentado suicidarse, sufrido una
transfusión de urgencia para luego ser apuñalado y secuestrado. ¿Puede
ocurrirle algo más durante esta temporada? Espero equivocarme pero me parece
que no logrará superar la season finale…
Allison
Carr espera su momento
La
traición de Allison ha quedado esta vez en un segundo plano, aunque eso no
quiere decir que no hayamos disfrutado de la tranquilidad impasible que destila
Miranda Otto en cada plano que protagoniza. Su personaje sabe esperar el
momento adecuado e incluso sigue hablando con Saul como si nada unos minutos
después de que este haya intentando asfixiarla. Las miradas intercambiadas con
la señora del perro nos dejan ver que los rusos siguen vigilando, preparados para la señal clave.
Otto
Düring y su fundación han acabado también conectados a los extremistas,
mostrándonos la lucha entre la defensa de los derechos civiles y la seguridad nacional. El personaje de Laura cada vez se hace un poco más odioso, siempre
con el discurso perfecto preparado pero sin medir las consecuencias de sus
actos ni conocer el 100% de la historia. Al final la decisión de Düring de confiar en Saul sale mal, ¿cómo asumirá ahora su traición?
Quedan ya sólo dos episodios para el final de esta trepidante quinta temporada, ¿cómo creéis que acabará todo?
Quedan ya sólo dos episodios para el final de esta trepidante quinta temporada, ¿cómo creéis que acabará todo?
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