La primera mitad de la sexta temporada de The Walking Dead ha finalizado con un episodio sin la acción y épica que esperábamos tras la caída de la torre y el cliffhanger final con Alexandria llena de zombies. Los guionistas de la serie han decidido dividir a los personajes en varios grupos en los que seguir desarrollando sus historias y también optar por un final abierto a diferencia que el año pasado con Coda, que supuso la muerte de Beth.
La mayoría de los personajes han buscado refugio en la casa de Jessie y, aunque todos están juntos en su lucha contra los caminantes, las tramas se pueden dividir en tres bloques. El primero ha sido la despedida de Deanna, un personaje muy importante desde la llegada de Rick y compañía a Alexandria que se recibe un final digno tras haber sido mordida. En sus últimos minutos ayuda a Michonne a descubrir su sitio en el mundo, algo que esperamos que sea importante en la segunda mitad de la temporada, también a Rick, al que da el testigo como líder del pueblo y le insta a que cuide de sus habitantes de la misma forma que unida a los suyos.
Por otro lado está Ron y sus ganas de venganza hacia los Grimes en general y Carl, en particular, que acaba en un simple forcejeo que provoca la entrada de los zombies en la casa. La tercera subtrama, hasta ahora tratada de soslayo, forma parte del cliffhanger final en el que Sam empieza a llamar a su madre en el peor momento posible. Durante varios episodios se nos ha mostrado al hijo de Jessie como una persona profundamente deprimida al que nadie le ha prestado atención, ahora amenaza con hacerlo saltar todo por los aires.
El otro gran foco ha estado centrado en Carol y Morgan, los dos personajes más extremos en cuanto a la dicotomía matar o no matar. Recordemos que ella descubrió que algo escondía Morgan en su sótano, toda vez que ella ya advirtió que tenía problemas a la hora de matar humanos incluso en una situación de vida o muerte. La serie parece empeñada una y otra vez en demostrar que los que no matan humanos acaban muriendo a manos de otros. Por último, están Glenn y Enid, que han rodeado el pueblo en busca de una entrada segura. Allí ha visto a Maggie, que anda rodeada por una multitud de zombies dramática, tal como él mismo encima del contenedor en el famoso tercer capítulo.
A grandes rasgos, esto es lo que ha pasado en Start to Finish, un episodio que ha seguido redundando en las ideas que se nos han ido presentando a lo largo de esta primera parte, pero a la que le ha faltado todo su nervio. En esta ocasión, Gimple ha decidido dejarnos en suspense durante estos dos largos meses en lugar de sorprendernos con un cliffhanger o una muerte inesperada. Por si no os habéis percatado, tras los créditos hay una escena que salva un poco el episodio en la que Abraham, Sasha y Daryl son interceptados por unos moteros que mencionan por primera vez el nombre de Negan, el antagonista a partir de ahora y uno de los personajes más esperados por los seguidores de los cómics. Y vosotros, ¿qué pensáis de esta midseason finale y de la primera parte de la sexta temporada? ¿Ha estado a la altura de vuestras expectativas?
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