Hoy os hacemos un balance de la quinta temporada de American Horror Story: Hotel, haciendo hincapié en los dos últimos episodios, que son los más cargados de energía de la temporada.
Tras la Navidad, American Horror Story vino cargada de acción y con ganas de cambios, sobre todo por parte de Liz Taylor e Iris, que antes del parón dejaron a la condesa medio muerta a balazos; sí, algo extraño que unas simples balas maten a un vampiro, aunque sea una versión más de esta criatura mítica.
Con su regreso en enero, vimos que la vida de la condesa dependía de Sally, la cual decide salvarle; pero le cuesta perder a sus pequeños vampiros, ya que necesita sangre suya. En este capítulo también perdemos a Donovan, al que sacan fuera del hotel para que su espíritu no quede atrapado en el Cortez.
En este capítulo vemos cómo el dúo Liz - Iris, que al final ha logrado ser de lo mejor de la serie, decide liberar a Ramona para que les ayude de forma más efectiva con la muerte de la Condesa, pues saben que se escapó y que no tardará en volver con ganas de venganza.
El penúltimo capítulo recibe la visita de Queenie. ¿Os acordáis de la bruja de la tercera temporada? Esta especie de muñeca vudú humana viene a hospedarse unos días en el hotel; pero acaba muerta a manos de March y convirtiéndose en alimento de Ramona, la cual está muy débil para poder luchar contra la Condesa.
Finalmente, la muerte de la condesa resulta ser a manos de John, quien culmina su trabajo de Asesino de los Diez Mandamientos con la cabeza de la Condesa en la vitrina. ¿Os sorprendió? Nosotros esperábamos que March y John no acabaran siendo tan amigos, pero sí; de hecho, mata a la Condesa en el Cortez para que su amigo pueda disfrutarla cuando él quiera.
En cuanto al episodio final, es el capítulo por excelencia de Liz Taylor, pues es la estrella íntegra del mismo, así como nos ofrece muchos reencuentros y emociones para cerrar la serie de la forma más completa.
Este comienza con Liz y Iris como nuevas dueñas del Cortez, lugar que han restaurado de forma mucho más moderna, pero tienen un inconveniente, y es que los espíritus se divierten matando a los huéspedes. Ante esto, Liz los reúne a todos en una reunión de ánimas de lo más interesante y graciosa. Esta intenta llegar a un acuerdo con ellos para que dejen de asesinar a sus clientes; además de contar con el apoyo de March. Los que suponen más problemas son: Sally y Will Drake. En primer lugar, Sally, tras arrebatarle a John no sabe qué hacer con su vida y se dedica a deambular por el hotel y matar pero, gracias a Iris, la cual le dan un móvil y le enseña a adentrarse en el mundo virtual, ya no se siente tan sola. ¡Bienvenida al mundo virtual, Sally!
Por su parte Will Drake al morir no se encuentra a sí mismo, así que Liz le ayuda a relanzar su marca de ropa, poniéndose ella al frente. Desde luego, una gran opción dejar a Liz llevar todo el tema de la moda, ya que logra hacerlo a la perfección. Aunque, a pesar de esto, no solo la moda y que su hijo la haya aceptado le llena, pues echa de menos al amor de su vida, Tristán.
Ante la tristeza de su amiga, Iris trata de animarla trayéndole una medium, Billie Dean Howard, también interpretada por Sarah Paulson, personaje que ya vimos en primera temporada, y que viene al hotel para intentar contactar con Tristán, pero no lo consigue. Lo que sí consigue es contactar con Donovan, que le recuerda a su madre que la quiere.
Este capítulo final, como ya he dicho, es el de Liz. Aquí, la amiga de todos descubre que tiene cáncer de próstata, así que le pide a sus amigos fantasmas que le ayuden a morir para quedarse con ellos, su familia, para siempre en el Cortez. En este momento es cuando aparece el fantasma de la Condesa y le dice que es su mejor creación, cortándole la garganta a Liz. Digamos que Liz empieza siendo un personaje de relleno y acaba siendo uno de los más queridos de la temporada, al contrario que el personaje de la condesa.
Una vez muerta, consigue reencontrarse con su querido Tristán, el cual dice que no contactó con ella porque tenía que dejarla continuar su vida, pero no había dejado de quererla. Sin duda, Liz es uno de los personajes mejor parados esta temporada.
No puede acabar el episodio sin saber qué pasa con John, el Asesino de los Diez Mandamientos. Resulta que muere tiroteado por la policía, pero se arrastra hasta el Cortez para poder vivir eternamente en él. Tras contarnos su muerte, dan un salto hasta el año 2022, concretamente en la Noche del Diablo. En esa noche, y como ha ido sucediendo por un tiempo, la medium Billie Dean Howard está tratando de contactar con el Asesino de los Mandamientos. Al ser una noche especial para John decide darle a la medium ese gusto y, además la lleva a la cena anual de los asesinos en serie.
Ahora que sabemos que John es un asesino nos parece mucho más coherente su presencia en la Noche del Diablo con todos sus amigos asesinos. Cuando apareció en un principio nos pareció simplemente un capítulo de relleno sin ningún fundamento. Aunque nos parece bien esta reunión, creemos que el final ha sido flojo, casi al pie de un capítulo normal de temporada, no un final.
En general, la temporada ha tenido muchos altibajos, tramas disparatadas o fuera del contexto global, demasiado personajes, muchos de ellos inútiles. También se esperaba mucho más de Gaga, que ha recibido un Globo de Oro, no se sabe muy bien por qué, ya que hay personajes en esta serie y mucho más tiempo que lo hacen mil veces mejor. Se podría decir que en general no ha estado tan mal la temporada; es pasable, sin más pretensiones, Además, teniendo en cuanta su anterior temporada, Freak Show, esta tampoco ha sido tan fatal.
Nos quedaremos con la parte positiva, que son las grandes interpretaciones de March, John Liz y Ramona, aunque no la hayan exprimido lo suficiente, o los crossovers que han sabido encajar a la perfección. También podríamos hacer una mención especial a Lily Rabe como Aileen Wuornos, que nos ha encantado y es un papel bien difícil de hacer.
COMENTARIOS