En lo que soterra su departamento de comedias de carne y hueso, FOX ha sido
capaz de estrenar este año una serie de
media hora con verdadera gracia y contra todo pronóstico. Su bloque de
Animation Domination vuelve a la carga con nuevo fichaje después de las
fiestas: Bordertown, creada por uno
de los guionistas de Family Guy y con
Seth MacFarlane en la producción ejecutiva.
Bordertown estaba originalmente programada para la
midseason de 2015. Y habiendo visto el piloto, podemos decir sin duda que es uno de esos casos en los que una serie
acaba en un cajón, por A o por B, y un año más tarde nos toca cuestionar la
decisión de la cadena. Sin los motivos estratégicos reconocidos y desde
luego con las audiencias en su contra, Bordertown
tiene un visionado muy merecido y del que no vais a pedir que os devuelvan el
tiempo invertido.
Dos familias viviendo en un pueblo fronterizo entre California y México,
una estadounidense sureña hasta la médula, la otra de inmigrantes con las raíces
bien echadas en los States. Cada casa con sus excentricidades, sus tópicos y
sus estereotipos. Y lo más importante: su crítica social. En Bordertown no se molestan en moderar su
tono. La representación del racismo en
los grupos derechistas americanos no se rebaja lo más mínimo. Y si al Sr.
Buckwald, votante convencido de que los extranjeros deben ser deportados vía cañón,
le revienta la cabeza porque su hija se va a casar con un Gonzalez, le revienta
literalmente.
Bordertown mezcla el humor bestia con la sátira política y, por encima de todo, la
incorrección absoluta. Va mucho más allá de la comedia familiar y del choque
cultural: arremete constantemente contra las convenciones del rancio sur
americano y las del heteropatriarcado en general. La idiosincrasia de esos
nietos del Tío Sam que aún inculcan a sus hijos los valores de los concursos de
belleza con cinco años, el “esto con Nixon no pasaba” y los aliens. ¿Para qué
quedarnos cortos en hostias?
Con toda probabilidad Bordertown
pase sin hacer mucho ruido por FOX, pero apunta desde el primer minuto a
dejarnos personajes dignos de copar
listas del próximo fin de año y un par de gifs, como esa hija mayor que
puede que esté o no inspirada en aquella guionista/productora/directora/protagonista
de cierta serie de HBO que todos conocemos perfectamente y que tampoco vamos a
mentar sin necesidad de ello. “Quiero que me hagas un hijo para que pueda
luchar por mi derecho a abortarlo legalmente.”
Que el prejuicio contra la animación no os prive de uno de los estrenos más
prometedores de la temporada, que falta nos hace echarnos unas risas.
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