La segunda temporada de The Knick se despidió el pasado mes de Diciembre en Cinemax cerrando una temporada espléndida y superando a su magnífica primera temporada, algo que parecía imposible lograr.
La temporada ha tenido espacio suficiente para cada uno de sus personajes, cada uno de ellos ha tenido su aportación, mayor que en su temporada pasada. Por ejemplo, en la anterior Bertie apenas tuvo su espacio personal, cosa que se ha arreglado en esta temporada y con nota.
En el plano médico hemos podido apreciar una gran cantidad de estudios nuevos, como la separación de las siamesas y el estudio a cerebro abierto de las adicciones, así como otros intentos fallidos, como es el caso de la madre de Bertie y el intento desesperado de su hijo por que sobreviviera a un cáncer.
En el plano médico hemos podido apreciar una gran cantidad de estudios nuevos, como la separación de las siamesas y el estudio a cerebro abierto de las adicciones, así como otros intentos fallidos, como es el caso de la madre de Bertie y el intento desesperado de su hijo por que sobreviviera a un cáncer.
La serie continúa mostrándonos esa etapa de lucha que tuvo la gente de color. El doctor Edwards nos muestra a la perfección su sufrimiento y lucha activa por ocupar un lugar en el hospital, así como su miedo por saber si lo contratarán para el nuevo hospital que tienen planeado abrir. Sobre todo vemos como su rivalidad con el doctor Everett se acentúa al no querer este último que un hombre de color sea su superior. Para ello, recoge a Zackhery del centro de desintoxicación en el que está y lo somete a su propia terapia. Alejados ambos de la civilización en un pequeño velero, el doctor Everett consigue que su amigo se recupere.
Pero su terapia no resulta ser tan efectiva, ya que Zackhery comienza a engancharse a la heroína en cuanto puede. A pesar de que ahora está mucho más controlado, pues la enfermera Elkins se encarga diariamente de que no tenga marcas de aguja en su cuerpo.
En esta segunda temporada hemos vuelto a ver al protagonista perdiendo el control por la droga. Además, ahora mucho peor, pues se pone enfermo a causa de esnifar la droga y quiere someterse él mismo a una operación. De esta forma termina esta temporada, con el protagonista muerto en la mesa de operaciones. La terquedad del doctor provoca el inesperado final y le da mucha más vida a la temporada. Pero, ¿cómo van a continuar la temporada con el protagonista muerto? ¿Muere realmente? Según afirma su creador, puede que el final del doctor sea este y que el rumbo de las siguientes temporadas lo decidan quienes se vayan a encargar de la serie -él ya no estará al frente del proyecto-. Esperemos que el protagonista muera y que no lo sometan a un milagroso tratamiento, como ha ocurrido en otras muchas series. Además, el final de dicho personaje habría sido este u otro parecido, puesto que la vida que llevaba no era la más recomendable.
Esto no es lo único que le da vida a este final de temporada, también tenemos el caso de los hermanos Robertson. La inquieta Cornelia, al enterarse de la muerte de un amigo de la familia, comienza a investigar su muerte, ya que no se cree lo que la policía le cuenta. Su investigación le lleva a su propia familia, descubriendo que su hermano está involucrado en la entrada de la peste bubónica que asola la ciudad, además de haber matado a su propio padre para su propio beneficio. La pobre Cornelia no puede aguantar tanta presión y acaba huyendo de la ciudad en el último capítulo.
Por su parte, la frialdad que muestra su hermano, Henry Robertson, es admirable, el personaje logra hacernos creer que es un angelito, pero en el fondo es todo un delincuente. Personaje que ahora es la pareja de Lucy Elkins, la enfermera más misteriosa del The Knick, que lleva a cabo un nuevo intento frustrado por conseguir la felicidad. En el caso de que continúe la serie, veremos a una Lucy sufriendo por otro hombre, pero esta vez mucho peor.
No solo Cornelia ha sufrido mucho esta temporada a causa de su familia, sino que Lucy también ha tenido que lidiar con su padre, quien le propina una brutal paliza al enterarse de que se acostó con Thackery. Esto sumado al hecho de que el susodicho le dejara, solo ha hecho que este personaje se haga más fuerte capítulo a capítulo, provocando que en el final logre armarse de valor para decirle toda la verdad a su padre, y ¡qué verdad!
El amor ha sido también un factor mucho más recurrente esta temporada. Entre todos los afortunados hemos disfrutado mucho con la nueva chica de Bertie, que nos ha parecido de lo más simpática y perfecta para él. Otros que nos encantan son los secundarios, la exmonja Harriet y Tom Cleary, aunque él haya hecho incontables locuras para conseguir estar junto a ella, como acusarla de hacer abortos para que se encuentre sola y acuda a él. ¿Qué pensará Harriet si se llega a enterar de esto? De momento, la exmonja le ha dicho que sí cuando le ha pedido la mano, y ¡nos encanta!
Otro afortunado ha sido el propio protagonista, quien se refugia en los brazos de Abigail, su ex, que ya acudió al Knick la temporada pasada para operarse la nariz, y que en esta lo visita muchas más veces, hasta que finalmente muere también en camilla. Con ella vemos los primeros indicios de psicología en la serie, es la que se encarga de hablar con un alcohólico para ayudar en el estudio de las adicciones que lleva a cabo Thackery. Parece que su relevo en el plano psicológico es el doctor Edwards que, al perder la capacidad de visión en un ojo, no puede seguir operando. En cuanto a los amores de Edwards parece que no le han sonreído esta temporada, quien aparece para estar junto a él es su verdadera mujer y esto no parece hacerle mucha gracia. Además de que esta no tiene pelos en la lengua y lo deja en evidencia una vez tras otra.
Quizás el más luchador por amor es Everet. Intenta que su mujer vuelva a la normalidad, lo cual le resulta imposible porque sigue estando loca, pues envenena al director del psiquiátrico en el que estuvo interna. Así que no tiene más remedio que internarla nuevamente. Ante tal situación, acaba refugiándose en los brazos de la hermana de su mujer. Esto, junto con su racismo y las operaciones ilegales para esterilizar a personas con problemas, hace que sea uno de los personajes menos queridos de la serie.
Uno de los pocos triunfadores en el amor ha sido otro de los más odiosos, el señor Barrow, al que tras intentar irse a vivir con su amante, una prostituta, y dejar a su mujer para ello, no le sale nada como planeó. El escándalo que supone en esta época dejar a su mujer para irse con una prostituta queda acentuado en cada paso que da Barrow en toda la temporada.
En general, como ya he dicho, la temporada ha estado sublime, superando a la anterior, sin dejar ni un solo clavo suelto e impregnándonos de esa época de cambios y conflictos continuos. Sin duda, una verdadera obra maestra, no solo por lo anterior mencionado, sino por su forma de mostrarnos la cruda realidad mediante una fotografía que nos hace sentirnos en esa misma época. En contraste tenemos una música electrónica que combina de forma sorprendente con tanta crudeza y frialdad. Actualmente, pocas series se pueden ver iguales a The Knick. Pero, a pesar de esto, ¿consideráis que la serie debe acabar con este final o será mejor continuarla, aunque sea sin su protagonista?
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