Tengo la sensación de que, en esta temporada de Arrow, no está pasando nada.
Es verdad que en cada capítulo tenemos algo con lo que lidiar; un villano que en principio prometía mucho –aunque últimamente ausente–, más las idas y venidas del grupo, como nos tienen acostumbrados.
Es verdad que en cada capítulo tenemos algo con lo que lidiar; un villano que en principio prometía mucho –aunque últimamente ausente–, más las idas y venidas del grupo, como nos tienen acostumbrados.
Pero más allá del argumento principal de cada episodio, a la temporada le falta algo. Llevamos más de la mitad de temporada, y lo único relativamente importante que hemos visto ha sido el estado en el que ha quedado Felicity tras el ataque de Damien Darhk.
Este capítulo es el que me ha hecho darme cuenta de ello, quizás por la presencia de Malcolm Merlyn (para mí, el gran villano de Arrow). Malcolm es uno de esos personajes que odias, pero que no quieres que desaparezca, y por mucho que Arrow se haya enfrentado a Deadshot, Ra’s Al Ghul y, ahora a Darhk, al único al que no ha llegado a vencer es a Malcolm.
Cerca ha estado esta vez de quitarle la vida al padre de Thea pero, precisamente por eso, Oliver se niega a matarle, por muchas ganas que tenga. Todos odian a Malcolm, incluida su hija, pero es lo suficientemente inteligente como para engañar a todo el grupo y salir vencedor en todas las ocasiones.
Malcolm Merlyn ha sido el artífice de la mayoría de ataques hacia el entorno de Oliver, y aun así seguimos teniendo un cariño especial hacia él. No queríamos que muriese en este capítulo y, como era de esperar, no lo ha hecho.
Este “Sins of a Father” ha empezado a despegar a partir del combate entre Oliver y Malcolm. Oliver podría haber acabado con su vida sin ningún esfuerzo; en cambio, ha decidido dejarlo manco para que siga campando libremente y exudando su maldad por Star City.
Como bien le dice Malcolm a Oliver, “You’re very handsome. Not especially bright”; y es que, desde que decidiese ser Green Arrow y cambiar su perspectiva de vida, Oliver se ha vuelto tonto (desde el cariño te lo digo, Oliver). Dejar con vida a Malcolm por enésima vez no ha sido tu mejor elección. Pero qué guapo eres.
Después de tanta batalla y traición, Nyssa decide disolver la Liga de Asesinos y acabar con el legado de su padre. Hemos perdido una mano, una alianza centenaria y un anillo hortera, todo en el mismo día.
Todo esto ha servido para salvar la vida de Thea, pero Malcolm ya tiene preparada su venganza hacia Oliver: unirse a Darhk para acabar con una de las personas que Oliver más quiere en este mundo, su hijo William.
¿Será finalmente el niño el propietario de la tumba, o nos la están volviendo a jugar?
¿Será finalmente el niño el propietario de la tumba, o nos la están volviendo a jugar?
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