La nueva serie de Fox, estrenada el pasado lunes 25, está basada en Lucifer Morningstar, personaje creado por Neil Gaiman para The Sadman y cuyas aventuras fueron contadas por Mike Carey para Vertigo. Siguiendo la línea de los cómics de Carey, Tom Kapinos (Californication) nos presenta a un diablo cansado de vivir en el Infierno y que se establece en Los Ángeles para disfrutar de los placeres humanos.
Para disfrutar de la ciudad, Lucifer dirige su propio local nocturno llamado "Lux", donde se divierte con las mujeres y la música, sus mayores placeres. Hasta que una noche, fuera de su local, disparan a una famosa estrella del pop y el protagonista decide formar parte de la investigación policial. Aquí es cuando aparece el principal problema de esta serie: ¿qué necesidad había de hacer un procedimental con este personaje? Parece que Tom Kapinos no quiso pensar mucho a la hora de crear la historia de Lucifer para la pequeña pantalla, ya que introducirlo en una investigación policial nos parece la opción más fácil, teniendo en cuenta que Lucifer por sí solo puede dar lugar a muchas más historias y se podría haber introducido en múltiples ámbitos. De esta forma, nos encontramos ante un procedimental, donde Lucifer parece quedarse en la investigación porque le gusta la detective y, aunque tienen mucha química, no es esto lo que se esperaba de esta serie.
En cuanto al personaje de Lucifer, interpretado por Tom Ellis, se puede decir que es encantador y muy carismático, pero con otro problema: tiene sentimientos de piedad. ¿Dónde se ha visto un diablo con sentimientos de compasión? Al parecer Lucifer se siente abrumado por la bondad y humanidad que transmite su compañera, Chloe Dance, interpretada por Lauren German; pero esto no nos parece una buena excusa como para presentarnos un Lucifer más humano. En realidad, ¿qué pretenden con esto? ¿salvar el alma de Satanás o que se enamore de su compañera? No tiene ningún sentido ninguna de las dos opciones.
En la investigación del primer crimen vemos uno de los dones de Lucifer, que no solo es que sea inmortal, cosa que repite de forma reiterada durante todo el capítulo, sino que es capaz de que las personas le cuenten sus sentimientos más íntimos, lo que ayudará indudablemente en las investigaciones policiales. Aunque nos apetece ver muchos más elementos sobrenaturales en la serie, ya que tenemos un protagonista con mucho potencial.
Los demás personajes se hacen notar bien poco en el piloto, cosa que deberían solucionar en el transcurso de la temporada. Entre ellos tenemos a Maze (Lesley-Ann Brandt), la principal amiga del protagonista, quien en realidad es un poderoso demonio; Amenadiel (DB Woodside), un ángel enviado por Dios para convencer a Lucifer de que vuelva al Infierno, aunque no parece tener mucha suerte de momento; Linda (Rachel Harris), quien será la terapeuta de Lucifer, y quien en el primer episodio siente una atracción sexual por el protagonista, como la que se supone que debe sentir toda mujer al acercarse a él. Aunque esto no le ocurre a su compañera de investigación, así que tendremos que ver cómo solucionan este hecho, seguramente descienda de algún ente sobrenatural o tenga algún poder especial.
En general, Fox nos presenta un personaje con potencial, fresco y carismático, pero que acaban desterrando al fracaso por un cúmulo de cosas: la bondad del rey del infierno, convertirse en un CSI sobrenatural, entre otras. Su camino podría estar destinado a seguir la estela de Constantine, cómic que fracaso en su adaptación a la pequeña pantalla. De momento, la serie empezó con buen pie en su estreno, aunque también podría deberse a que fue emitida después de Expediente X. De cualquier forma, solo nos queda esperar para ver cómo va evolucionando el estreno de Fox.
¿Qué opináis vosotros? ¿Os gusta lo nuevo de Fox?
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