Cuando la cadena Starz emitió el primer capítulo basado en las novelas de Diana Gabaldon, se vendió como una serie romántica con tintes de ciencia ficción dirigido a un público muy específico. Aún hoy, la serie tiene su mayor público en mujeres que buscan una historia romántica con la que pasar el rato, pero tras los oscuros capítulos que pusieron el broche final a la primera temporada, podemos decir que Outlander está abriendo las puertas a un sector más amplio de telespectadores.
La tortura y abuso que sufre Jamie en la recta final de aquella primera tanda de capítulos supuso un antes y un después en la serie, que empezó incluso a colarse en las nominaciones de los premios más destacados de la televisión.
Partiendo de este punto y sin perder la esencia romántica de las novelas, la serie ha empezado esta segunda temporada con aires renovados: aire procedente de Francia, el nuevo hogar de los Fraser y punto de partida de la que pretende ser la misión de salvación de los escoceses por parte de nuestra querida Claire.
Todo parece indicar que esta nueva temporada (que ha empezado a distanciarse de los libros, como suele ocurrir en televisión) promete un nuevo giro en la vida de Claire. No solo vivirá unas costumbres diferentes a las que vivió en Escocia o vestirá a la última moda del siglo XVIII, sino que tendrá que volver a enfrentarse a las dudas que surgen en torno a su doble matrimonio intertemporal.
Lo que en su día fue una lucha por preservar el amor hacía Frank y la dicotomía de qué hacer en un lugar en el que tu marido aún no ha nacido, se transformará en una desagradable vuelta a casa donde Frank le espera con los brazos abiertos mientras ella parece haber olvidado todo lo que les unía y no puede olvidar a Jamie, un hombre muerto hace cientos de años.
Esta temporada va a dar más de un giro a la trama y sobretodo a la vida de Claire, que ahora tendrá que apañárselas, nuevamente, en un mundo al que no está acostumbrada y en el que su visión feminista puede volver a ser un impedimento para cumplir sus objetivos. Si de verdad buscan un nuevo camino, el punto fuerte será, sin duda, ver cómo el matrimonio se infiltra en la corte francesa y en el bando contrario para ser responsables de una rebelión en mayúsculas.
Todo ello sin olvidar la historia de amor de Jamie y Caire, que puede verse afectada por el sádico episodio que sufrió Jamie a manos de Randall y que le hace desconfiar de la gente, incluida su mujer. ¿Lo superarán y conseguirán que sus descendientes vean una Escocia nueva y lejos de los británicos?
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