Nos lo dijeron y no les hicimos caso. Nos aseguraron que en la sexta temporada de Juego de Tronos veríamos un momento épico detrás de otro, y nos reímos muy fuerte recordando las promesas vacías de series como, por ejemplo, The Walking Dead.
No se equivocaban: llevamos solo dos episodios y Juego de Tronos está quemando tramas con fuego de dragón. No sabemos si podrán mantener este ritmo, pero lo que está claro es que no se lo están tomando a broma, ya que lo de que Juego de Tronos es una serie que no deja títere con cabeza es más cierto que nunca.
Las tramas que resucitan...
Juego de Tronos ha abierto el cajón de las tramas olvidadas y nos ha traído de regreso dos historias que desde hace más de una temporada habían desaparecido de la serie y prácticamente de nuestra memoria.
Por un lado, el regreso de un Bran Stark mucho más crecido, aprendiendo a utilizar sus habilidades con el Cuervo de tres ojos (Max von Sydow) nos ha sabido a poco y no apunta a ser una fuente de grandes avances, sino más bien de retrocesos. Podría ser que a través de sus ojos conozcamos el pasado de los personajes de la serie, y cómo no, se descubran algunos misterios que traen a todos de cabeza (no es ninguna broma: lo del asunto de la madre de Jon Nieve todavía le interesa a alguien). Como poco, descubriremos qué le sucedió a Hodor, ya que antes de ser el "adorable" gigante era un joven chico de los establos plenamente funcional.
Por otro lado, por muy particular que resulte, hay algo en todo el tema de los Verdevidentes y los Hijos del bosque que me da un poco de pereza. Sin ir más lejos, Leaf, una Hija del bosque, no causa más curiosidad que la de saber si ha salido de un set de Doctor Who.
Más mecha, aunque pasada por agua, esperamos de la reaparición de las Islas del Hierro. La serie parece que por fin quiere recuperar una de las grandes tramas de las novelas y nos contará, presumiblemente, la asamblea de sucesión tras la muerte de Balon Greyjoy. También, presumiblemente, las Islas del Hierro tendrán un gobernante antes que España.
Dejando de lado los libros, me pregunto cómo encajará Theon en todo esto, si es que finalmente regresa a Pyke de una pieza.
Por otro lado, me pregunto si estos dos nuevos escenarios (y todavía queda alguno por incorporarse) supondrán el final de Dorne, al menos esta temporada.
...y los personajes que también lo hacen
El ESTO lo venimos hablando desde el final de la quinta temporada, así que no entiendo cómo todavía hay quien se pone nervioso con el asunto de los spoilers. Era evidente que Melisandre iba a resucitar a Jon; tanto como la peluca falsa de Lena Headey. Si Kit Harington está en los créditos, ha grabado escenas de batalla para la temporada, y encima tienes a la compungida (y secretamente joven) Melisandre pululando por ahí, era cuestión de tiempo que la mujer roja se dignara a obrar su magia con el bastardo.
Ahora bien, tampoco podemos negar que se han dado demasiada prisa. La sucesión de eventos se ha hilado con tanta facilidad que resulta bastante inverosímil. Es decir, que casualmente coincida la irrupción del Pueblo Libre en el Castillo Negro (para meter prisa con el tema de los caminantes blancos) con la abrupta revelación de Davos de que Melisandre podría obrar sus milagros en cuestión de minutos no cuadra en absoluto con el modus operandi de cocción lenta que hasta ahora Juego de Tronos ha utilzado para este tipo de desarrollos.
La escena final en sí, quizás por esa razón, me ha parecido aséptica, fría y carente de cualquier emoción. Sabíamos que iba a funcionar, a pesar de que tratan de dar la impresión de todo lo contrario. No sé vosotros, pero después del coñazo que han dado con este tema (el equipo de marketing de HBO debía estar chorreando con el publicity de la puñetera muerte de Jon Nieve), la forma en la que ha sido resuelto ha sido bastante mediocre. De hecho, me interesa mucho más conocer la fuente de los poderes de Melisandre.
Así, Jon Nieve está vivo y podrá lanzarse a la batalla, liderando a la Guardia de la Noche y al Pueblo Libre contra el frío de más allá del Muro.
Villanos ejemplares
Odio a los villanos, pero a los de Juego de Tronos por encima de todos. Y los quiero también por encima de todos: entre el Gorrión Supremo, arropado por su ejército de religiosos enfurecidos; y el demente de Ramsay Bolton y sus mascotas, tenemos entretenimiento para rato.
Aun así, espero que la trama de Desembarco del Rey despegue pronto, ya que de momento se encuentra algo ofuscada, en el sentido de que un jugador tiene que mover ficha antes de que empiecen a rodar cabezas. Quiero creer que esa sonrisa de felicidad y satisfacción de Cersei al abrazar por fin a Tommen después de que este le pida ayuda supondrá un cambio importante para que la tensión entre la Corona y los gorriones acabe por explotar tarde o temprano. Y si no, Cersei siempre le puede pedir a su Montaña zombie que haga pudin de gorrión, que ya sabemos que lo hace muy bien.
Por otro lado, a pesar del nuevo nivel de ferocidad de Ramsay y su brutal asesinato de su padre, su madrastra y su recién nacido hermanastro (en serio, ¡vaya monstruo!), no hay nadie más cerca a quien se pueda enfrentar, pero tiene todavía mucho que defender. Podemos suponer que, dadas sus intenciones de recuperar a Sansa y de atacar el Castillo Negro, la trama de Invernalia y alrededores se moverá hacia el Muro, lo cual será muy entretenido para nosotros pero al mismo tiempo prometerá otra apuesta por las casualidades para que todos los norteños acaben en el mismo punto.
Tyrion, padre de dragones
No quiero que esto suene a crítica vacía, pero la alcohólica revelación de Tyrion ("mi papel es beber mucho y saber cosas") de que a los dragones de Daenerys hay que cortarles las cadenas no deja de ser un recurso sacado de la manga. Quiero decir, la temporada pasada la libertad de los dragones fue puesta en duda después de que estos aterrorizaran a la población súbdita de Daenerys, pero de repente a todo el mundo le parece bien que queden en libertad, ya que son inteligentes y no hacen daño a los amigos de su madre.
Veremos qué consecuencias tiene ese encuentro entre Tyrion y los nenes de la Khaleesi, y si los dragones sabrán comportarse con el resto de personas. De momento, parece que han hecho buenas migas.
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No me he olvidado de Arya, pero lo cierto es que me ha gustado mucho más la conversación entre Sansa y Brienne sobre ella, que la escena de la joven Stark en sí. Parece que en el próximo episodio veremos avances para ella.
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