Hace no mucho tiempo leí un artículo de Alberto Rey en el que ensalzaba los trabajos de Titus Welliver en Bosch y Guy Pearce en Jack Irish. Como la serie de Amazon no estaba (legalmente) a mi alcance, decidí apuntarme esa serie australiana del protagonista de Memento, emitida en Sundance TV, para comprobar si realmente merecía la pena el esfuerzo. Y es cierto, he de darle la razón a Alberto, Pearce es el protagonista absoluto de una serie muy normalita que puede engancharte si le coges el punto.
Para empezar, no hay por qué asustarse con el título del artículo. Es debido a la manera en la que un antiguo maleante, al que Irish libró de la cárcel, llama al detective de forma cariñosa.
Basada en la novelas de Peter Temple, la serie es una continuación de las tres tv movies en las que conocemos el pasado como abogado de Irish y lo que le ha sucedido hasta llegar al punto en el que se encuentra. En la serie, de seis episodios, nos encontramos a un Jack Irish hecho polvo, un tipo que ha abandonado la abogacía para ser cobrador de deudas y de vez en cuando quitarse el gusanillo aceptando casos como investigador privado. Guy Pearce brilla interpretando a un tipo hundido, muy sarcástico y que parece de vuelta de todo. Aunque es muy fácil hacerlo cuando el resto del reparto es tan plano y tan sólo un par de actrices son capaces de dar algo más que una cara mustia. Y es que esos son los problemas con los que nos vamos a encontrar en la ficción aussie, un estilo, realización y actores tan de película de corte medio-bajo que nos quitaran las ganas de continuar.
Jack Irish no juega en el circuito de primeras ligas ni series comerciales, ni tan siquiera en la de aquellas rara avis que son una sorpresa y consumimos posesivamente. Sin embargo, es particularmente adictiva una vez que te enfrentas a ella sin ninguna pretensión. Las tramas que maneja de investigación, cristianismo, las nuevas iglesias a golpe de talonario y los nuevos cultos se conjugan correctamente con el terrorismo islámico, el extremismo, asesinatos, exconvictos, periodistas, empresarios corruptos y un investigador alcohólico, Jack Irish, en medio de todo ello.
A veces nos toca buscar en el extrarradio de la televisión, de las cadenas y plataformas, para encontrar series que nos descongestionen de tanta ficción de primera línea, y Jack Irish cumple con ese rol.
Tráiler
Os recomiendo que huyáis como de la peste de la versión doblada pues resta poso y seriedad a la ficción.
Tráiler de la versión doblada
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