¿A quién no le ha pasado que le invitan de repente a una fiesta de disfraces y no sabe qué ponerse? Que si llueve, que si este año paso, que si me quedo de tranquis en casa, que si la resaca del anterior aún no se me ha terminado de ir… Pero te acabas liando la manta a la cabeza, apagas Netflix y esta noche quemas las tarimas de la nación y probablemente tu hígado. Ya tienes las ganas, bien, pero te falta la clave: el modelito.
Y no, este artículo no va a ir sobre ser la calabaza putilla o sobre cómo montar un circuito eléctrico a tus espaldas con letras y lucecitas de Navidad porque te sientes muy Winona Ryder por dos sencillos motivos: A) no somos ingenieros de sistemas y B) deja el marketing de Stranger Things a los niños.
Vamos a ser prácticos. ¿Quieres ideas rápidas, baratas y que se apoyen más en excusas basura que en basura como tal para justificar tu vaguería? Aquí las tienes.
Negan (The Walking Dead)
Madurito motero sexy con un bate tuneado de plena actualidad. ¡Sólo necesitas una chaqueta de cuero y asaltar la verja territorial más cercana a tu frontera para robar unas concertinas con las que forrar el madero! Recomendamos Melilla, pero si te pilla retirado seguramente encuentres alambre de espino en tu prisión de referencia. Aprovecha ahora que la Pantoja está en libertad y no va a haber fans apostadas alrededor cantando Marinero de luces. El sadismo nunca pasa de moda y los spoilers tampoco.
Annalise Keating (How to Get Away with Murder)
Un disfraz de método. A lo Stanislavski. Instrucciones: te pones un vestido así de mujer de armas tomar, le coges el bolso a tu madre —saca el monedero, pedazo de delincuente—, metes un par de botellas de vodka dentro según estimes lo larga que sea la noche y te pones tres pelucas, una debajo de otra. Es muy importante que vayas alternándolas según suba tu nivel diversión en sangre. Precaución: no estamos en Reyes y no es un disfraz de Baltasar, no seas paleto.
Pablo Escobar (Narcos)
Puede ser que no vayas a rodearte de gente muy puesta en tema series y quieras algo más de cultura general. En ese caso, si además te sobran unos kilitos y hablas con un acento que es de todo menos colombiano (elige brasileño, inglés, cantonés… lo que te salga), pégate un bigote postizo o bébete un colacao con muchas ganas y asalta el altillo donde están esas camisas tan horribles que hasta tu padre ha admitido que no se puede volver a poner nunca más. Si controlas de maquillaje protésico, ya sabes dónde poner el agujero de bala.
Meredith Grey (Grey's Anatomy)
Materiales: una bata blanca, uniforme azul aséptico de quirófano, inexpresividad facial e inmortalidad, que seguro que tienes por casa. Asegúrate de llevar la bragueta abierta o las bragas pegadas en la espalda para que la gente tenga claro que no eres un médico sexy cualquiera, que tú vienes de Anatomía de Grey. Puede llevar a confusión, sí, pero la autenticidad está por encima de todo. Además, te ahorras los comentarios del tipo “¿no eres un poco mayor para esto?” porque, total, nadie sabe cuántos años tiene Meredith a estas alturas.
Rogelio de la Vega (Jane the Virgin)
Si hablas varios idiomas entremezclándolos todos y dispones de un amplio vestuario con colores lila de libre combinación, sólo tienes que empezar a poner capa tras capa de dichos colores lila y también capa tras capa de la más densa gomina que encuentres por la sección de cosméticos de tu supermercado de marca blanca favorito. Recuerda que tendrás que gritar y ser muy intenso durante la noche, tuitearlo todo bajo el hashtag #RogelioMiBrogelio y alquilarte un narrador en off, lo cual te va a dar un caché de pelotas.
El Sexy Fashion Cactus de la cabeza de Rebecca Bunch (Crazy Ex-Girlfriend)
¿Te sientes psicológicamente atacado por los reveses emocionales de tu imaginación hiperactiva? ¡Disfrázate de Sexy Fashion Cactus! Es original, llamativo y poético. Ten huevos de explicar a toda la fiesta que eres la encarnación del simbolismo musical y que tú no has ido a esa fiesta a ligar, has ido a representar una abstracción de cómo es el amor unilateral desquiciado con cuatro rollos de papel verde envueltos alrededor de tu cuerpo y palillos de tapeo incrustados.
Elliot Alderson (Mr. Robot)
Quizás lleguemos un poco tarde para este disfraz, pero confiamos en ti y en que puedas conseguirlo: entra en un estado de privación del sueño durante dos semanas aproximadamente, ponte una sudadera negra con capucha y abre mucho los ojos. Si pesas menos de 60 kilos, mejor, pero que nadie te juzgue por tu masa corporal ni tus decisiones alimenticias. Si dispones de un padre modernete con el que compartas psique y no tiene plan, invítale también.
Aria Montgomery (Pretty Little Liars)
Éste es particularmente fácil, sobre todo para ellas y también para aquellos ellos que tengan hermanas con un estilo chic de instituto fuera de lugar. Necesitamos que seas de estatura inferior a la media nacional, que tu cociente intelectual también esté muy por debajo del estándar y que lleves unos pendientes más grandes que tu cabeza de la mierda más gorda que encuentres en el rastro. Si son hojas de árbol, hojas; si son galletas oreo, galletas; si es tu gato agarrándose a un gancho por su vida, pues tu gato. Realmente sólo te hacen falta los pendientes y darte con la puerta al entrar al garito, puedes ignorar el resto.
Personaje aleatorio de Quantico
Si llevas todo el año en el gym a tope de power, no has comido grasas saturadas desde 2011, tu presupuesto en batidos de proteínas excede el del tronista medio de Mujeres y Hombres y Viceversa y quieres que la gente te juzgue durante todo el evento, aquí tienes la solución: despelótate, ponte una toalla alrededor de la cintura y una gorra del FBI y serás cualquier compañero de reparto de Paprika Chorra. Disponible también para mujeres con sujetador deportivo. De este disfraz mandadnos fotos, estamos solteros.
Lexa (The 100)
Recomendamos este disfraz para aquellos cuya fiesta sea en zona de ambiente y no se hayan lavado la cara en un mes. El Lexa es facilísimo: peluca con trenzas tan encrespadas que quede para tirar a la basura de camino al áfter mañana por la mañana, un punto en la frente que no parezca muy hindú, ropa negra completamente raída y un espíritu reivindicativo de mártir del heteropatriarcado que ocupe toda la sala. Puedes incluirle una espada o algo del estilo, pero seguramente te la requisen a la entrada de donde vayas a ir.
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Y no te olvides de dejarnos un comentario aquí, en Facebook o en Twitter sobre tus modelitos para esta noche o si ya te hemos solucionado el próximo carnaval a presupuesto cero y cutrez +1000.
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