Sorpresas y giros de guion esperan hoy en un capítulo en el que conocemos más a esos dos que son uno: el Doctor Jekyll y Mr. Hyde. Aunque con muy breves pinceladas de la trama horizontal —salvadores y demás— con la presentación encubierta del personaje de Jasmine, que está en Storybrooke en busca de Aladdin, todo el episodio se ha centrado en el origen de Hyde y su relación con Rumplestiltskin, que está en todos los saraos, hasta en la Inglaterra victoriana.
Bien es sabido que el Dr. Jekyll es un científico que trató de separar las dos personalidades de un hombre con un suero. Mientras se acercaba a la finalización de la fabricación de dicho suero y tras la negativa de su inclusión en la Academia Científica por parte del Dr. Lydgate —el mismo que trataba a Alicia en OUAT in Wonderland, por cierto, buen guiño—, con ayuda de un toquecito mágico de Rumplestiltskin, que aparece de la nada, prueba su propio suero naciendo así su otro yo, ese que quiere "esconder", Mr. Hyde (nótese el paralelismo con hide). Es gracias a esta parte de sí que consigue sus metas de reconocimiento científico, y tratando de aprovechar su timidez para confesar sus sentimientos a Mary, la hija del Dr. Lydgate, vuelve a sacar su Hyde para que le haga el recado. Pero ¡oh!, Mary no ve a Jekyll de esa manera y sí a Hyde, que cae en sus brazos y se enamora de ella, pasando la noche juntos. Sin embargo, a la mañana siguiente es Jekyll quien despierta en la cama, y tras una discusión acaba matando a Mary tirándola por la ventana y se vuelve a esconder tras Hyde, que huye viendo lo que ha pasado. Siendo todo un experimento de Rumple, que espera a Hyde en casa de Jekyll y viendo que aún la parte "fuerte" de la persona sigue teniendo debilidades —después de todo, se enamoró de Mary—, destierra a ambos a la Tierra de las Historias No Contadas y da por fallido su experimento.
Lo que de verdad sorprende es cuando en Storybrooke, quien nos habían presentado como el malo acaba siendo el no-tan-malo y es que, pese a todo lo que parece, quien busca venganza es Jekyll y no Hyde —que tampoco es que le haga ascos, que bien que disfrutaba viéndolo todo cual puppetmaster—, que cuando ve la oportunidad de ir a por Bella para vengarse de Rumple no pierde el tiempo y se lanza de cabeza. Cuando parece que todo está perdido y que Gold (con su recién estrenado pelo corto por el rodaje de T2: Trainspotting) va a ver impotente cómo matan a su mujer y a su no-nato hijo, aparece Garfio para salvarla (y sin saberlo, a su cocodrilo también) y revelar el secreto de las dos mitades de una misma persona: la otra mitad muere si lo hace la original. Así, Jekyll y Hyde desaparecen y Regina tiembla al enterarse de las noticias, tanto de la manera de acabar con su yo más divino como de ver que pese a separar de un mismo cuerpo la parte malvada, el mal puede volver a la parte buena.
Y la semana que viene... Agrabah, señores.
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