Puede que Elementary sea una versión americanizada de las historias de Sherlock Holmes y lo único británico que tenga sea el acento de Jonny Lee Miller, pero, viéndola, lo que a uno le apetece es tomarse una taza de té. El arranque de la quinta temporada no tiene demasiados artificios (aunque el asesino al que persiguen Sherlock y Joan se dedique a bombardear edificios) pero nos ha recordado lo relajante y agradable que es siempre ver a sus protagonistas en acción.
Es cierto que la cuarta temporada no fue la más inspirada de Elementary: la trama horizontal sobre el intento de asesinato de Morland, el padre de Sherlock, no tenía la suficiente intriga y John Noble no fue un fichaje tan bueno como cabría esperar. Sin embargo, este primer episodio promete una entrega más centrada y con un conflicto más fresco.
Sobre todo porque el primer episodio opta por centrarse exclusivamente en Joan, algo que la serie no había hecho desde la primera temporada. Lucy Liu hace un trabajo sutil pero muy complejo dando vida a la acompañante de Sherlock, un personaje que los guionistas no descuidan pero que rara vez acapara el protagonismo. En Folie a Deux, la detective se convierte en el foco de atención cuando empieza a echar de menos ayudar a los demás como lo hacía cuando era médico o acompañante de sobriedad.
Una incorporación prometedora
Estas dudas internas de Joan, que no se habían abordado aún, no solo nos recuerdan cuantísimo ha evolucionado la relación de los dos investigadores, sino que revitalizan la serie y sirven de excusa para introducir a un nuevo personaje: Shinwell Johnson, un extraficante al que Watson salvó la vida cuando aún era cirujana. Ahora que ha salido de la cárcel, su calidad de vida no es mucho mejor, pero Joan intentará ayudarle a no reincidir y a salir adelante.
Si Shinwell toma verdadero protagonismo y su aparición no se queda en lo anecdótico, puede ser tan buen añadido a la dinámica entre Sherlock y Joan como lo fue Kitty en la primera mitad de la tercera temporada (el mejor tramo de la serie hasta la fecha). Después de todo, son este tipo de arcos los que mejor se le dan a Elementary, que no funciona tan bien cuando trata de plantear grandes misterios.
Las lamentables audiencias que marca en la noche de los domingos nos hacen temer que esta sea la última temporada del que sigue siendo el mejor procedimental de CBS en emisión (aunque renovaciones más raras se han visto). De ser así, estaría bien que los guionistas echasen el resto y pudiéramos ver de nuevo a Moriarty −ahora que Natalie Dormer está más libre−, Kitty, Mycraft y a otros personajes que han sido importantes en el desarrollo de la serie.
Pero, de momento, disfrutemos de los casos y de los grandes diálogos de la serie, que rara vez decepcionan. ¿Qué os ha parecido la vuelta? ¿Qué esperáis ver en esta nueva temporada?
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