Menú del día: un muy anticipado retorno, un cajón de mierda y una protagonista tomándose el día libre. Avisamos que ninguno de los platos contiene gluten, alérgenos, sal o un buen aprovechamiento de los ingredientes recolectados de tan magna huerta como es Shondaland.
Vamos pronto a lo gordo, que al final se ha quedado en lo flojo y lo descafeinado: ¡vuelve Leah Murphy! ¿Para quedarse? ¿Para irse de nuevo por la puerta de atrás sin morirse ni nada? ¡¿Qué clase de persona se va de esta serie sin morirse?! La que en su día dinamitó el Calzona regresa en un alarde de responsabilidad a recoger los trocitos de su antigua amante, ahora divorciada y narrativamente comatosa, parece ser. Una entrada carente de todo dramatismo y tres escenas contadas que se resumen en llamarla fresca, trepa y mediocre. Pero perseverante.
Queremos pensar y pensamos que esta mesura en la explotación de viejas rencillas y pasiones se debe a que estamos ante una temporada ligeramente falta de contenido y que hay que dosificar las tramas hasta la extenuación. A la vista está que todo el avance del Alexgate se ha limitado a darle una fecha para el juicio. Esperamos llamas que vuelvan a encenderse y cuchilladas traperas hiperdestructivas por parte de los demás residentes.
Hablando de los cuales: Los Bonitos han comprado café, porque la ola de calor repentinamente ha acabado y ya no hay que repartir limonada en el carrito nuevo. Esta nueva relación plagada de sutilezas y matices quema combustible con una pseudodeclaración, el complejo de héroe de Andrew DeLuca y lo heridos que se encuentran sus sentimientos al ver a su “amiga” Jo hablando con Alex. ¡Hablando! Será pérfida.
Ahora la pregunta es: ¿realmente Jo se merece algo mejor o preferimos verla sufrir y ahogarse en tequila barato? La respuesta es obvia. Desde este humilde blog queremos lanzar una plataforma iniciativa para proteger a Andrew DeLuca de un palo detrás de otro. Dejad de romperle el corazón, la cara o cualquier otra parte del cuerpo al pobre, desalmados. ¿Qué va a ser lo siguiente que le rompan? Y aquí es cuando vuestras mentes enfermas se desatan.
La Mamma (connotación mafiosa sin ánimo ofensivo) duda sobre la eficacia del programa educativo del hospital y a santo de qué hay que darle tantas segundas oportunidades a los internos del Seattle Grace Mercy Death. Alex Karev, Ben Warren, Leah Murphy, April Kepner, Meredith Grey. Todos estos nombres saca la Mamma a colación. Y quien dice nombres, dice expedientes enteros. ¿Qué tramará? ¿A cuánta gente querrá cargarse? ¿Empezará por su propia nuera? Queremos retribución.
El jaleo que montó la semana pasada con el predictor parece que va a traer más cola de la que imaginábamos. Aquel niño que tuvo Amelia que salió sin cerebro, la paradoja de la neurocirujana, se agolpa en la memoria de la Halliwell fugitiva y la lleva a pasar un muy mal trago cuando se le muere un paciente prepubescente en la mesa de operaciones.
Sólo nos queda mencionar que esta misma semana Caterina Scorsone ha pedido el regreso de Kate Walsh a la serie vía Twitter y desde aquí nos sumamos a la propuesta. Tras este episodio más que nunca ha quedado de sobra constatada la necesidad de un retorno estelar. Y más estelar que Addison, la señora que apareció en nuestras vidas preguntándole a la interna si se estaba follando a su marido así de buenas, no puede haber nada. Bueno sí, #HeiglVuelve, pero lo tenemos muy trillado ya.
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