You’re the Worst se despedía con un final de altura el miércoles pasado. Sin spoilers, pero digamos que si hacemos este artículo ahora, es porque estamos inspirados y aún más enamorados si cabe de esta serie. Una tercera temporada con ciertos claroscuros, pero no por ello fuera de la línea ascendente de la que sin duda es la comedia romántica de referencia desde 2014.
Independientemente de que estéis o no a favor de su apuesta por la complejidad y ese abismo de profundidad de la que están dotando a estos mejores peores personajes, vamos a dar nuestras cinco razones para que no os perdáis esta maravilla del antigénero. Ya sabéis, de lo bueno, lo mejor y de lo mejor... the worst.
1. Incorrección política sin complejos
La base de You’re the Worst, evolucionen lo que evolucionen, es lo que se conoce en petit comité como “comedia de hijos de puta”. Estamos hablando de personajes que probablemente sean lo peor en la totalidad de parcelas de sus vidas, sin ningún tipo de reparo por las de los demás y carentes de censura. ¿A quién no le gusta una comedia con gente que hace y dice sin filtros ni cortapisas? Es FX, no son de cortarse mucho, y por eso somos fieles a la marca.
2. Química espectacular en la huida del amor y el canon
El segundo componente siempre es el más peligroso. Lo romántico de esta comedia es su constante rechazo hacia el romanticismo en sí. La toxicidad es el único motor que esa relación —y las de todos los personajes de la serie— necesita. Gretchen y Jimmy son el cinismo hecho carne, una publicista desastrosa sin afán de redención y un escritor de poca monta que se cree cualquier memez que use para manipular a la gente de su alrededor. Ambos se sitúan tan alejados en el espectro del clásico “chico conoce a chica” que acaban dando la vuelta y contando, sin querer, una de las historias de amor más importantes de la televisión contemporánea.
3. Lindsay
Como en toda comedia de dos, los secundarios peculiares terminan convirtiéndose en un pilar clave que sostenga la serie. En este caso se llama Lindsay, una buscavidas de aparentes pocas luces, pero que no necesita más que su inmensa cara y desvergüenza para conquistarlo todo y a toda la audiencia. Lindsay es esa mejor amiga que acaba robando la escena y el protagonismo con cada aparición y cada one-liner lapidario. Y no, no tenemos miedo a nombrarla la Karen Walker de esta década.
4. Clases de psicología aplicada gratuitas
No contentos con destrozar el manual de todo por lo que trabajaron las películas de Julia Roberts, los de Stephen Falk (creador de la serie y discípulo de Jenji Kohan, formándose con ella como co-productor de Weeds y Orange Is the New Black, para que os hagáis una idea) fueron a por una forma de desmarcarse aún más de cualquier convención de género: convertirse en un retrato referente de la depresión clínica, y posteriormente también del PTSD. Verosímil, demoledora y como nunca antes habíamos visto un trastorno psicológico de este tipo en televisión.
5. Decadencia millennial en el Los Angeles desalmado
Como era de esperar, para remate no sólo de un reparto espectacular, un guión soberbio y una ejecución a largo plazo a la altura de las grandes dramedias de HBO, You’re the Worst está impregnada por ese tono casi existencialista de los veinteañeros rozando la treintena en un asfixiante caso de desorientación en la vida. La falta de dirección, el no saber qué hacer y, lo mejor de todo, la de absurdas situaciones que nacen del diablo matando moscas con el rabo y obligándonos a adorarles más episodio tras episodio.
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