Ya está aquí, ya llegó… Pero no fue como lo imaginábamos. El primer episodio perteneciente al macrocrossover de DC prometía ser la presentación de la causa por la que nuestros héroes favoritos iban a unir fuerzas, pero ha resultado ser un episodio muy bueno de Supergirl y un último minuto de presentación bastante pobre para el crossover. Sin más dilación, procedemos a analizar el pedazo de episodio que nos han regalado esta semana.
No tardamos mucho en descubrir lo que buscaba Cadmus en la Fortaleza de la Soledad, aunque no sabemos cómo conocían de su existencia. El Proyecto Medusa tiene su origen en Krypton y, más concretamente, en el padre de Kara, que diseñó un virus pensado para acabar con la vida de todos los alienígenas excepto los kryptonianos. Una vez conseguida la fórmula de este virus, Cadmus decidió que era hora de dar el paso de la guerra física a la biológica liberando el virus en el bar clandestino frecuentado por alienígenas, llegando a afectar incluso a Mon-El, que no murió directamente por la similitud de su fisiología a la de los kryptonianos. Las cosas se están poniendo bastante serias y los alienígenas que visitan National City ya no pueden ni tomarse una cerveza tranquilos en el único sitio donde pueden ser ellos mismos.
Para diseminar este virus a gran escala Cadmus necesitaba de un isótopo desarrollado por L Corp, lo que nos trajo la prueba de fuego para Lena Luthor. Todas las dudas sobre dónde estaba su lealtad, con su madre en Cadmus o con Supergirl, quedaron disipadas cuando fingió ayudar a Lillian Luthor, engañando incluso a Supergirl en una puesta en escena muy bien planificada, para luego entregar a su madre a las autoridades. Pero no podemos evitar que nos quede algo de escepticismo ante su personaje, por mucho que lleve tiempo conquistándonos. Si su misión en la serie no es la de ser la enemiga de Supergirl, ¿se limitará a ser una aliada más de tantos? ¿Su misión es ser la nueva amiga poderosa con dinero y contactos ahora que Cat Grant no está presente? ¿O hay gato encerrado? Al contrario que Kara, no somos de dar nuestra lealtad a la primera de cambio.
Esta semana estaba de visita Eliza Danvers con motivo de Acción de Gracias, y que la matriarca sea especialista en astrobiología no pudo venir mejor con un virus alienígena en la ciudad. Con sus habilidades no solo sintetizó una cura para el virus, sino que pudo revertir el proceso por el que J’onn J’onzz se estaba convirtiendo en un white martian, pero nos extraña bastante que esta trama durara tan solo dos episodios. O se habían pasado dándole bombo al asunto para después desecharlo sin mayor importancia o J’onn está fingiendo para que sus amigos no se preocupen más por su situación; solo el tiempo (y la omisión o no del tema) nos dirá si teníamos razones para sospechar que algo olía mal en todo esto.
Por último pero no menos importante, tenemos que hablar de los romances en la serie, porque ya podemos decir que hay romances reales y con todas sus letras. Los shippers deben seguir aplaudiendo desde sus casas, porque después de contarle a su madre que le gustan las mujeres en una escena llena de ternura, Alex por fin tuvo una charla sincera con Maggie sobre todo lo que estaba descubriendo sobre sí misma. Parece ser que dio en el clavo y dijo justo lo que Maggie necesitaba escuchar, porque nuestra detective favorita se plantó en su casa para confesarle que sí tenía sentimientos por ella. Por fin podemos decir que #Sanvers es real, y lo que Internet ha bautizado que no lo separe nadie. Lo de Kara y Mon-El necesita madurar un poco más, porque los dos todavía intentan negar lo que sienten. Cuando Mon-El estaba especialmente débil por culpa del virus, besó a Kara en uno de esos momentos en los que solo puedes morir de amor frente a la pantalla. Lástima que cuando pasó la tormenta fingiera no recordar nada de lo que había pasado durante su convalecencia.
Si el episodio se hubiera desarrollado de otra forma nos tomaríamos algo más de tiempo para quejarnos de las promesas incumplidas por The CW, pero todo ha llevado un ritmo tan frenético que no nos hemos dado cuenta de que hoy tocaba crossover hasta que Barry y Cisco irrumpieron en el salón de Kara para pedirle ayuda con un asunto indeterminado. ¿Nos cabrea que planteen así el crossover? Muchísimo. ¿Se nos olvidará todo mañana cuando veamos a todos nuestros héroes favoritos por fin juntos en The Flash? En menos tiempo del que Barry Allen tarda en vestirse.
Lo mejor será quedarnos con lo bueno, ya que Supergirl se va de vacaciones y nos despedimos con tristeza de la serie hasta 2017. Menos mal que tenemos Kara Danvers lo que queda de semana para sobrellevarlo mejor.
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