¡Ya estamos aquí otra vez! Después de tres semanas de béisbol y Donald Trump, vuelve Scream Queens con un nuevo episodio: Chanel Pour Homme-Icide. Pero si creíais que las decepciones se habían acabado con las elecciones estadounidenses, estabais muy equivocados. El episodio de esta semana, una mezcla entre chistes reciclados, pésimo guión y malas actuaciones que no aporta nada a la historia, es sin duda de los peores que nos ha dado la serie hasta el momento. Más le valdría a FOX acabar con la agonía de un show que ya tiene pie y medio en la cancelación y centrarse en crear más pequeñas joyas como las que emite en FX, que a la vista está que le salen mucho más rentables.
Hablando de largas agonías, pasemos ya a la crítica de Chanel Pour Homme-Icide. El último episodio acabó en cliffhanger y nos dejó a todos preguntándonos si Scream Queens se había atrevido a matar a su segundo mejor personaje justo una semana después de matar a su mejor personaje. El nuevo episodio nos resuelve esta duda nada más empezar, ¿realmente ha asesinado el Green Meanie a nuestra querida Denise Hemphill? Pues ni sí ni no. Las Chanel, Zayday y Dean Munsch encuentran a Denise cuando ya es demasiado tarde. Aunque sigue viva, su pulso es muy débil y Munsch la declara "cerebralmente muerta". Luego, en lo que seguramente sea la chorrada más grande que la serie se ha sacado de la chistera hasta ahora, Munsch confiesa que tiene una máquina de criogenización donde pueden meter el cuerpo de Denise hasta que se les ocurra una manera de curarla. Y esto es precisamente lo que hacen nuestras protagonistas.
Parece ser que Scream Queens ya ha dejado de preocuparse por mantener la coherencia. ¿Necesitamos una muerte con shock value? Pues matamos a uno de los personajes principales. ¿Hay que dejar la puerta abierta a que este personaje vuelva porque es de los mejores de la serie? Pues decimos que no está muerto del todo y lo congelamos en una cámara criogénica hasta que el actor vuelva a estar disponible, ningún problema. La narrativa sigue el camino que al guión más le conviene en ese momento sin ni siquiera intentar disimularlo y la lógica se pierde con cada nueva broma forzada o referencia meta que los guionistas intentan meter con calzador. Un desastre. Lo que es peor es que el material que se da a los actores es tan malo que se está empezando a notar en sus actuaciones, que hasta ahora habían sido lo único que redimía la serie. Jamie Lee Curtis está muy por debajo de su nivel habitual en Chanel Pour Homme-Icide y el gag de la enfermedad de los acentos ha dejado claro que Billie Lourd es actriz de una sola nota.
Emma Roberts tampoco se luce mucho en este nuevo episodio, en parte porque los guionistas no le dan nada nuevo que hacer. Chanel sigue haciendo las mismas chaneladas que ya le hemos visto hacer una y otra vez. En esta ocasión decide que las Chanel deben ampliar plantilla porque así el Green Meanie tendrá otras víctimas con las que distraerse y no irá a por ellas. Además, echa de menos estar rodeada de minions a quien dar órdenes y menospreciar constantemente. Así pues, las divas se ponen a reclutar pacientes del hospital con deformidades varias para que se unan a sus filas, pero ante la escasez de opciones deciden hacer una excepción y aceptar también, por primera vez en la historia, a un hombre. De aquí el título del capítulo.
El chico en cuestión se llama Tristan y es un fan que se obsesionó con las Chanel cuando fueron condenadas por los asesinatos del Red Devil y su caso se volvió viral. Ahora se dedica a escribir historias en las que todas ellas son lesbianas y están liadas. Los guionistas aprovechan así la ocasión para reírse de los tintes homoeróticos que suelen estar presentes en las historias fan fiction de las series de moda. Tal vez Ryan Murphy y compañía tengan esto muy fresco viniendo de Glee, pero no creo que a estas alturas Scream Queens tenga una fan base suficientemente grande como para que nadie se dedique a escribir fanfics sobre sus personajes. Corregidme si me equivoco.
Tristan, este personaje de relleno que claramente pretende ser una caricatura del fan estereotípico que hace mucho ruido en las redes sociales, acaba siendo la víctima de la semana del Green Meanie. Además, la suya es una de las muertes más gore que se han visto en la serie. Seguro que los guionistas creyeron que era una gran ocurrencia añadir un personaje meta que fuera una auto-burla de la cultura pop norteamericana, pero el resultado final roza lo ofensivo y es más grotesco que gracioso.
Aunque la trama principal gira en torno a las Chanel y su plan para librarse del Green Meanie, este nuevo episodio también da cierto protagonismo (innecesario) a la enfermera Hoffel. Seguro que la jefa de enfermeras a la que da vida Kirstie Alley será parte de alguna gran revelación en el futuro, pero de momento ni su personaje ni la rivalidad de éste con Dean Munsch tienen el menor interés.
Otro personaje que hace una interesante aparición en Chanel Pour Homme-Icide es Hester. Tras los acontecimientos de la noche de Halloween y sin Denise aquí para meterla entre rejas de nuevo, la asesina de la temporada pasada sigue suelta por el hospital sin ningún tipo de vigilancia. En vez de huir a las Bahamas como haría cualquier criminal fugado, Hester va al encuentro de Chanel y se ofrece a prestar su ayuda para atrapar al Green Meanie. Por enésima vez.
Su plan consiste en organizar una fiesta de pijamas en el hospital para llamar la atención del asesino, aunque al final nada sale como estaba planeado: Tristan acaba destripado en la morgue, el Green Meanie huye y Dean Munsch descubre que las Chanel han estado encubriendo a Hester todo este tiempo. Tal vez esto sería más emocionante si no estuviéramos ya muy acostumbrados a este tipo de sucesos sin gracia y redundantes que no sirven para avanzar la trama lo más mínimo.
El episodio acaba con la gran revelación de la semana: el hijo del hombre que lanzaron al pantano la noche de Halloween de 1985 es en realidad el doctor Cassidy Cascade (Taylor Lautner), aunque él y su madre se están tomando muchas molestias para que nadie más en C.U.R.E. se entere. La escena en la que descubrimos la verdadera identidad de Cassidy es deliberadamente ambigua y nos deja con la duda de si realmente es él el asesino que se esconde tras la máscara del Green Meanie, aunque tiene muchos números.
Hasta aquí nuestra crítica de Chanel Pour Homme-Icide, que como veis nos ha dejado más bien fríos. ¿Qué opináis vosotros de esta nueva información que hemos descubierto? ¿Qué os ha parecido la no-muerte de Denise Hemphill? ¿También creéis vosotros que sería más interesante ver a todos los personajes morir saltando en bomba al dichoso pantano que el rumbo que han tomado los guionistas en esta segunda temporada? Para entretenernos, de momento aquí os dejamos con el adelanto del próximo capítulo:
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