Nicole Kidman aparecerá en la segunda temporada de Top of the Lake
La etapa por la que la industria televisiva está pasando actualmente es fascinante. El universo de las series se está haciendo con una estructura cada vez más distanciada de aquello que antaño se conocía como "televisión", y el propio concepto de entretenimiento es una mera función más entre todas las que la pequeña pantalla hoy en día ofrece a sus espectadores. Los costes de producción han aumentado estratosféricamente, las historias narradas son cada vez más complejas, representativas de una sociedad verídica pero contando siempre con su propio universo, los directores de cine experimentan con el formato serializado, pero son las grandes estrellas del cine las que, de lejos, se hacen con nuestra atención al formar parte de más y más proyectos televisivos.
Uno de los ejemplos más recientes es la próxima aparición de Nicole Kidman en Top of the Lake: China Girl, una miniserie coproducida por la BBC y Sundance Channel que regresa en 2017 después de una exitosa primera temporada, estrenada hace tres años. Kidman cuenta (sorprendentemente) con un Oscar, tres Globos de Oro y un BAFTA y de alguna manera logra estrenar película cada año, pero colaborar en una serie de televisión con las condiciones que ofrecen las producciones actuales es bastante atractivo y consigue tentar a actrices que no necesitan labrarse una trayectoria televisiva. Un factor que sí podría haber tentado a la intérprete es la obtención de un Emmy (ya estuvo nominada em 2012 por Hemingway & Gellhorn). Si el estreno en USA concuerda más o menos con la fecha de la primera temporada (marzo de 2013) la actriz podría ser considerada por la academia a los 69th Emmy Awards. La primera temporada ya contó con ocho nominaciones y se llevó el Globo de Oro a la Mejor Actriz de una Miniserie por Elisabeth Moss.
La posibilidad de hacerse con un Emmy puede haber llamado la atención de Kidman a la hora de decidir participar en el proyecto, pero para la productora su argumento principal recae en el propio nombre de la actriz australiana. Es aquí donde entra el package, un término que se emplea para hablar sobre la imagen publicitaria que ofrece un producto audiovisual en concreto. Sin duda alguna el sonido mediático que Top of the Lake hizo con sus nominaciones a los Emmy y la victoria en los Globos de Oro ya se podría tildar de suficiente, pero el contar con una de las actrices más famosas de la industria cinematográfica causa un ruido espectacularmente alto y el estreno de la serie ya se ha garantizado un buen rating.
Sin tocar el caso American Horror Story con el efecto Jessica Lange, Kathy Bates y posteriormente (y aunque claramente no tan importante) Lady Gaga, Ryan Muprhy también sabe jugar sus cartas en torno al concepto package y basa toda su campaña de marketing alrededor del elenco de ensueño que ofrece con cada proyecto nuevo. La fallida Scream Queens levantó todo el hype del mundo y más al reunir a la Reina Gritona original, Jamie Lee Curtis, y al rescatar a actores y actrices que causaron furor en su momento como Abigail Breslin (Little Miss Sunshine) y Taylor Launter (Saga Crepúsculo). Sin ir más lejos, American Crime Story arrasó con su primera entrega y, después de confirmar a Travolta para la segunda temporada, ya está trabajando en la promoción de la tercera al confirmar que Lady Gaga llevará a la vida a Donatella Versace. Ryan Murphy sabe vender cada uno de sus proyectos y consigue que muchos triunfen a base de hacer buen uso del packaging. Feud aún no tiene fecha de estreno y ya es una de las series más esperadas del 2017 al contar con Jessica Lange y Susan Sarandon como protagonistas y un elenco formado por Judy Davis, Stanley Tucci, Sarah Paulson, Catherine Zeta-Jones, entre muchos otros.
La cantidad de proyectos protagonizados por grandes estrellas es peligrosamente alto, series que cuentan con una primicia que gira en torno al intérprete protagonista y ni se paran a explicar la trama o el equipo de producción. Daniel Craig protagonizará Purity de Showtime, Drew Barrymore se une a Netflix con la futura The Santa Clarita Diet, Emma Stone y Jonah Hill también se unen al gigante rojo con Maniac, y HBO se hace un hueco especial en la lista con Big Little Lies, una miniserie a estrenar en febrero y protagonizada por Nicole Kidman (otra vez), Reese Witherspoon, Shailene Woodley, Alexander Skarsgård y Adam Scott.
Como se ha comentado al principio de esta entrada, la edad actual de la televisión es sin duda de lo más interesante. Se está produciendo un éxodo de artistas que no encuentran suficiente protagonismo en la gran pantalla hacia la televisión. Los presupuestos de las series aumentan disparatadamente pero como también sucede en el cine de superhéroes, la mayor cantidad del dinero se invierte en el propio elenco, sin subir la calidad de la serie.
Este aumento de costes en la producción ha hecho efecto en los capítulos encargados por cada cadena. Las miniseries abundan como nunca y son las que más estrellas cinematográficas reúnen, la cuestión recae en el hecho de si el propio formato de pocos episodios se debe a la adquisición de un reputado actor o actriz y en cómo afecta este gran gasto a la propia estructura de la industria. Ciertas productoras prohíben a sus intérpretes participar en cualquier otro rodaje mientras graban su serie, pero la realización de pocos episodios no les asegura una larga trayectoria en el proyecto, ni siquiera confirmación para la próxima temporada lo que les provoca vivir en una constante cuerda floja.
Sin duda el nombre de cierto actor o actriz puede (o no) asegurar el éxito de una serie, las productoras lo saben y hacen uso de esta técnica. Pero se está creando un problema que, sin duda, no se ha logrado presentar del todo en una industria cada día más volátil.
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