Es posible que estéis hasta las narices de escucharlo, pero necesito repetirlo una vez más para quedarme a gusto: las series de animación también son para adultos. Eso sí, nunca las verás en las categorías importantes de los Emmy, ni tampoco verás a sus creadores recoger un Globo de Oro. Nadie hablará de estas ficciones salvo en círculos muy concretos y jamás contarán con los presupuestos millonarios de Juego de Tronos. Siempre oirás hablar de Los Simpson y de Padre de Familia, pero los nombres de BoJack Horseman o Steven Universe te sonarán a japonés. Y sí, muchos considerarán el anime japonés como una cosa de frikis.
Aunque nos rodea desde hace décadas, la animación televisiva no se toma en serio; no se pone al mismo nivel que la ficción de carne y hueso y es relegada a un papel infantil. Sin embargo, los dibujos animados también son creados por seres humanos y las historias que tenemos para contar son infinitamente increíbles, ya sea con un reparto real o dibujado. Nunca es tarde para desechar las viejas creencias y disfrutar, de igual manera, de historias vívidas, diversas, sinceras y entretenidas. Lo bueno de la televisión es que solo tienes que darle al play para iniciar ese cambio.
Tanto como si eres de los que quiere iniciarse en las series de animación, como si eres de los que quiere disfrutar de otra serie de calidad, vengo cargadito con 5 razones para que comiences a ver Rick and Morty. Los seguidores de la ficción de Adult Swim (cuyas dos primeras temporadas hemos visto en TNT) llevamos casi ¡un año y medio! esperando a la tercera temporada que tendrá 14 capítulos. Los responsables contaron hace unos días en el Festival de Sundance que se estaban retrasando porque no paraban de discutir (de buen rollo) sobre el desarrollo de la nueva entrega. Amigo o amiga seriéfila, estás a tiempo para ponerte al día. Cuando termines de ver los 21 episodios emitidos hasta la fecha (están en Netflix), también te estarás subiendo a las paredes como yo. Puede que llegue en febrero o en marzo. Es hora de que te pongas las pilas.
1. Su creador es Dan Harmon
No debería hacer falta presentación, pero posiblemente nadie le conozca por su nombre o por su cara. Dan Harmon es el creador, junto con Justin Roiland, de Rick and Morty, pero también es el artífice de una gran comedia que ha dado la televisión: Community. A día de hoy, la serie sigue siendo desconocida para el público y para los premios. Su particular humor, la experimentación narrativa en cada capítulo y su empeño en hablar de sentimientos se nota en todo lo que Harmon toca. Sus dos series más conocidas son prueba de ello. También es muy activo en Twitter, donde no os podéis perder lo polémico y ácido que puede llegar a ser. Pene con cara de Trump incluido.
2. Vivan los secundarios de lujo
Cada uno de los protagonistas de Rick and Morty tiene una personalidad muy particular que ayuda a conformar una familia loca y disparatada. No son almas en pena sin necesidades o evolución ninguna. Al revés. Detrás de la aparente sencillez de la serie, la complejidad de los personajes principales resulta ser bastante elevada. No obstante, sería muy obvio destacarles como una de las razones para ver esta ficción animada. Rick, Morty, Jerry, Beth y Summer son la serie, pero también cada uno de los personajes episódicos (algunos recurrentes en más de uno) que acaparan la atención con sus diálogos, sus procedencias interdimensionales y sus transformaciones delirantes. Jessica, el pequeño Rick, Tammy, Mr. Ojete sucio, Squanchy, Mr. Meeseeks, Persona pájaro... La lista es innumerable. Las risas también. Les aúno a todos en una lista porque me es imposible quedarme con uno solo. Villanos, personajes inventados o personajes que mueren al instante. Todos son únicos.
3. No es autoconclusivo todo lo que reluce
Aunque Rick and Morty sea una serie animada y de corta duración, no os penséis que todo se basa en la simplista sucesión de capítulos sin conexión entre ellos. La ficción de Adult Swim se debe disfrutar en orden y sin saltarse ningún capítulo. Es cierto que muchos de ellos presentan situaciones nuevas y disparatadas que no tienen por qué guardar relación, pero a medida que avanzan los minutos descubrimos más cosas sobre el pasado de Rick, sobre toda la mitología que envuelve al mundo interdimensional y sobre algunos personajes recurrentes que regresan a la serie para sorprendernos todavía más. No, no todo vuelve a la normalidad después de cada episodio, pero tampoco debéis preocuparos por los spoilers. Sin duda, esta serie se disfruta aún más en su segundo visionado, cuando eres capaz de detectar todas las referencias existentes entre los capítulos. Es un verdadero juego para demostrar el importante valor de la continuidad, que echo un poco de menos en las comedias.
4. Sátira, violencia y nihilismo
Una serie con el sello de Adult Swim no le debe sorprender a nadie por su brutalidad sin filtros ni tapujos. Así es Rick and Morty, que te coge del pescuezo y te sacude con escenas violentas y sangrientas. No hay límites debajo de toda esa apariencia escatológica y gore sin censura. La sátira social y el humor negro son bienvenidos en una fiesta en la que todo es criticable, incluidas referencias pop o menciones cinematográficas explícitas como Origen o Regreso al futuro. Ética, política, moral, sexo, drogas... El basto mundo interdimensional y las infinitas realidades paralelas son la excusa perfecta para hablar, a través de sutiles metáforas y comparaciones, de lo mal que estamos aquí mismo, en el Planeta Tierra. No queda títere con cabeza. Solo hay autodestrucción, nihilismo y muchas influencias del humor de Hora de aventuras y South Park. Eso sí, no intentes buscar un mensaje concreto, puesto que el objetivo es llegar a la máxima absurdidad para acabar con todo y que el espectador se pueda dejar llevar, disfrute y se ría de lo lindo.
5. Piruetas y juegos narrativos
Dramas sobre la existencia del ser humano, finales tristes, momentos musicales, juegos con la física cuántica y otros momentos especiales hacen de Rick and Morty un mind-blowing continuo. No tienen nada que perder y mucho que contar, así que no es difícil encontrarse con giros de guión y quiebros en las tramas que te dejan con la mandíbula torcida. La sorpresa desternillante siempre está asegurada. Cuando crees que no pueden ir más allá, van. Y ya no hablo únicamente de escenas concretas, sino de capítulos enteros que cuentan con una estructura narrativa distinta a la habitual y que utilizan, por un lado, sus episodios anteriores como referencia en un juego de meta ficción sin descanso y, por otro lado, numerosos gags llevados al extremo, que se repiten a lo largo de las dos temporadas y hacen mención a todas las especies y mundos que visitan Rick Sanchez, Morty Smith y el resto de la familia. Por ejemplo, en ambas temporadas hay un capítulo dedicado en exclusiva a cómo los personajes hacen zapping por los programas de la televisión interdimensional.
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