Después de Wayward Pines, esta temporada seriéfila otro nombre de lindo pueblecito americano vuelve a titular una serie americana: Riverdale. En este caso, la posible conspiración que se esconde detrás de las coquetas tiendas, las casas de ensueño y los cafés con encanto que caracterizan este tipo de localizaciones a las que estamos ya tan acostumbrados no tiene tintes de ciencia ficción, sino más melodramáticos. En Riverdale un suceso inesperado convulsiona la pequeña ciudad: la muerte del joven Jason Blossom, la mitad de unos mellizos que aparentemente tienen lo mismo de belleza que de maldad.
Riverdale es la serie teen del momento y en ella, igual que en otras producciones televisivas anteriores que se localizaban en pequeños pueblos ficticios, la ambientación y el lugar son otro personaje más.
Pero vamos a repasar algunos de los pueblos de la ficción norteamericana que más nos han cautivado. ¿Quién no ha llegado a fantasear con vivir en alguno de estos lugares? Incluso los más urbanitas cambiarían sus grandes avenidas, su bullicio y sus altos edificios por residir, al menos durante algún tiempo, en pueblos tan evocadores y bonitos como estos. ¿O no?
1. Stars Hollow
El pueblo televisivo con mayúsculas no es otro que Stars Hollow, lugar de residencia de Lorelai y Rory Gilmore, el combo madre e hija más encantador de la ficción estadounidense. A finales del año pasado sus fans tuvieron la suerte de revivir sus historias gracias a Netflix, disfrutar con sus originales diálogos y soñar con este pueblo y sus atípicos habitantes. Aparte de ser bonito y tener negocios con mucho encanto, la agenda social de Stars Hollow es frenética: concursos raros, laberintos de tamaño natural, conciertos, ferias gastronómicas, musicales, exposiciones, noches de cine… Incluso en los episodios de Gilmore Girls: A year in life pudimos disfrutar con la idea de un romántico bar clandestino con música en directo que desaparecía cada vez que el alcalde se acercaba. Pero sobre todo tenemos impreso en nuestro recuerdo esa preciosa plaza con el quiosco en medio por las que paseaban siempre nuestros amados personajes.
2. Twin Peaks
Mucho más oscuro y perturbador, aunque rodeado de una belleza salvaje, es el pueblo que pone nombre a la serie de culto de David Lynch. Aunque no existe tal mágico lugar, supuestamente el pueblo donde se produce la muerte de Laura Palmer se ubica en el húmedo y boscoso estado de Washington, en la costa Oeste de Estados Unidos. El precioso cartel con la pareja de montañas que daba la bienvenida a Twin Peaks es mítico y son muchos los fans que cada año visitan la zona en busca de las decoraciones reales que dieron forma a este imaginario pueblo de algo más de 50.000 habitantes. Si Stars Hollow se caracterizaba por acogedor y entrañable, Twin Peaks es mucho más inquietante, misterioso y terrorífico. Y también lo son sus personajes. Ahí están la mujer que conversa siempre con un leño, la hija del magnate o el enano que puebla los sueños del agente protagonista. Twin Peaks también regresará muy pronto con un revival capitaneado por el propio Lynch y que promete grandes sorpresas.
3. Sunnydale
La pequeña ciudad de residencia de Buffy Cazavampiros era el perfecto ejemplo de la dualidad bien-mal. Radiante y soleada durante el día y siniestra y peligrosa por las noches. Pese a la cantidad de demonios que poblaban sus calles, a todos nos hubiera gustado crecer en un lugar así. Cines antiguos muy bien conservados, tiendas pintorescas (como el Magic Box que servía de punto de encuentro a los personajes) y un bar con aire grunge que acogía actuaciones en directo todas las semanas. Un lugar aparentemente apacible y lleno de adolescentes atribulados que era escenario siempre de las mayores batallas contra la Oscuridad.
4. Pawnee
La ficticia ciudad de Indiana en la que se desarrolla la brillante comedia Parks and Recreation es otro lugar idílico para vivir. Durante años fue el happy place por excelencia de la televisión estadounidense ya no solo por las historias que en este ciudad se vivieron, sino por las idiosincrasias de su población, que la hacían únicas. Los ciudadanos de Pawnee eran muy conscientes de que vivían en una modesta localización, pero a pesar de todo exigían tenerlo todo. Si se encontraban un sandwich en un parque, querían que tuviera mayonesa; querían que se pagaran impuestos por las vaginas; o, simplemente, querían sentarse más. Y, por favor, no te metas con su ingesta de azúcar.
5. Capeside
El costero pueblo de Massachusetts en el que vivían los adolescentes de Dawson Crece es otra de las localizaciones de ensueño que nos han presentado nuestras series favoritas. Desde el embarcadero, al restaurante en el que trabajaba Joey o la preciosa casa de Dawson, todo en Capeside era fabuloso. Demasiado tranquilo y aburrido para sus habitantes más jóvenes, sus preciosas estampas marítimas eran el perfecto escenario para los dramas adolescentes de su cuarteto protagonista. Tal era el encanto de Capeside que los capítulos en los que Joey y Dawson cambiaban el pueblo por la gran ciudad para perseguir sus sueños ya no tuvieron el mismo encanto que los primeros.
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Aparte de estos fantásticos pueblecitos, la ficción estadounidense nos ha regalado otros muchos pequeños lugares con encanto como por ejemplo Smallville o los pueblos donde transcurrían las historias de Entre Fantasmas, Pretty Little Liars, Hart of Dixie o Once upon a time.
¿Cuáles son tus preferidos?
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