"I'm sorry about your life", Josh Thomas.
El 2 de febrero de 2017 a las 21:14 de la noche, hora española, Josh Thomas anuncia en su página oficial de Facebook que Please Like Me, su serie emitida en la cadena australiana Pivot, ha llegado a un final definitivo tras la cuarta temporada. Así, sin hacer demasiado ruido, sin tener eco más allá que en los medios especializados y en los corazones de algunos amantes de la televisión, se despide una de las series que mejor ha descrito lo que significa ser un chico joven, hater y gay en el siglo XXI. Esta extraña trinidad, estos tres ejes vertebrales de la serie servirán en este artículo para recordar y homenajear a esta joya que, como tantas otras (The Comeback, Enlightened, etc), nos dejaron demasiado pronto. Afortunadamente esta ya la puedes disfrutar en su totalidad en Netflix España.
Joven
Ser veinteañero es una mezcla de confusión ontológica, hiperactividad sexual y romances superpuestos. Para Josh la juventud supone un continuo cambio equilibrado por un núcleo que siempre permanece: el de sus padres y el de sus amigos. Llegarán nuevos compañeros de piso, se despedirán amantes, se encontrarán otros, pero Tom y Claire nunca nos abandonarán del todo.
Ser joven es también percatarte de que tus padres no han dejado de ser jóvenes e inmaduros en muchos sentidos. Así, lejos de figuras autoritarias y distantes, sus padres se nos presentan como personajes vivos, llenos de dudas y esperanzas, que verán en Josh a un confidente y a un amigo.
Hater
Sólo aquellos que disfrutamos al decir todo lo que odiamos a Nolan o lo insulso que es el universo de Star Wars conectaremos con este lado (casi casi insoportable) de nuestro protagonista. Porque no nos engañemos, Josh casi seguro que nos caería mal o le amaríamos, no hay término medio. Sin pelos en la lengua y con unos amigos y parejas que deberían entrar en proceso de canonización, Josh jamás se guarda un insulto por incorrecto que sea, ni finge que alguien le cae bien cuando no es así.
Aunque parezca una contradicción, este odio tan millenial es una parte fundamental e indivisible de su sentido del humor, siempre ácido, siempre elocuente y siempre desde la perspectiva marginal o autoconsciente tan propia del hater profesional. Una visión de la comedia que elige jugar con las sensibilidades de todos antes que conformarse con los gustos superficiales de público. Ódiame, pero ríete a mi lado.
Gay
Lejos de esa utopía que era Looking, ser gay en Please Like Me es tener citas con personas de lo más extrañas vía Grindr (y que salgan más mal que bien), experimentar abriendo tus relaciones a opciones poliamorosas (dando lugar a mil historias que contar sobre lo geniales y decepcionantes que son los tríos) y jugar a ser explícito con tus amigos heteros para ver si puedes escandalizarlos un poquito. Eso y no salir del armario, práctica que millones de youtubers han condenado a la terrible categoría de lo mainstream. Besar y luego preguntar por la orientación sexual es la nueva revisión proactiva de ese ya desfasado salir del armario.
Josh es un chico blanco, privilegiado y consciente de sus privilegios, por lo que las agresiones homófobas y la discriminación no son parte de su realidad, pero si de la realidad de su entorno más cercano. Gracias a que esta parte fundamental de la realidad queer no es dejada de lado la visión de Please Like Me se enriquece, siendo para el que escribe estas líneas (un chico joven, hater y gay) la ficción más próxima a su realidad diaria.
La reducción a tres puntos es una pretendida simplificación de un personaje y un mundo narrativo mucho más complejo y rico, pero que mejor que la esquematización para sentir esas ganas de volver a ver algo. Desafiar al que escribe este post y demostrar que no son tres sino ocho puntos es el objetivo de este post; tender una trampa para que alguien más descubra una de las grandes comedias televisivas de la televisión actual.
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