No leo mucho, me cuesta encontrar algo que me llame la atención o la mantenga hasta el final, pero aquel libro titulado 'Por trece razones' me llamó desde la estantería de la tienda. La primera novela de Jay Asher, maestro de escuela y bibliotecario nacido en 1975, mostraba en su portada a una joven de mirada perdida sentada en un columpio. A su lado se podía leer "Un conmovedor relato sobre la necesidad de la verdadera amistad". Sentí la necesidad de leer la contraportada y, gracias a eso, el libro acabó en mi casa.
13 Reasons Why cuenta la historia de Hannah Baker a los ojos de Clay Jensen, de quien conocemos sus pensamientos y sentimientos mientras escucha unas cuantas cintas de cassette que acaba de recibir en su casa. Hannah era una compañera de instituto que se había suicidado hacía un par de semanas, no sin antes grabar en esas cintas las trece razones por las que decidió hacerlo y enviarlas a la gente involucrada.
En febrero de 2011, Universal anunciaba que preparaba una adaptación cinematográfica protagonizada por Selena Gomez que nunca llegó. Es difícil imaginar qué hubiera salido de ahí, pero lo que estaba claro es que esta novela -que fue best seller aquel año- se merecía su adaptación y, aunque una película podría bastar para condensar la historia, una miniserie es un formato mucho más acertado. Netflix anunció a finales de 2015 la adaptación televisiva en trece episodios con Gomez como productora.
Cada episodio, al igual que los capítulos del libro, se centra en una de las razones por las que Hannah Baker (Katherine Langford) se quitó la vida. Clay (Dylan Minnette; Awake, Scandal, Don't Breathe) escuchará su voz, recordará los momentos que pasó junto a ella, recorrerá la ciudad para entender mejor sus grabaciones y se imaginará contemplando sus vivencias. Mientras toda la trama de la novela, contada en primera persona, transcurre en un solo día, el Clay de la serie se toma las cosas con más calma, se resiste a avanzar, pausa el walkman durante horas para procesar la nueva información y va buscando a cada una de las personas que Hannah menciona en las cintas; verosímil pero, a fin de cuentas, indispensable para rellenar episodios de cincuenta minutos. En cualquier caso, Minnette encarna a la perfección la naturaleza de ambas versiones, un joven inseguro, imperfecto, que parece permanecer impasible ante algunas situaciones que requerirían reacciones diametralmente opuestas. El casting en general es digno de alabar.
Porque si hay algo que la serie consigue mejor que la novela es sembrar la duda. ¿Ocurrió todo como Hannah lo está contando? Su antigua amiga Jessica (Alisha Boe; Casual, Teen Wolf, Paranormal Activity 4) está convencida de que no. Sería lógico pensar que cada espectador tendrá su punto de vista. Viendo esta historia, cada uno se sentirá identificado con alguno de sus personajes, desde Hannah hasta el chico que le agarra el culo porque cree que está en su derecho. Y tocar el culo a una chica no es suficiente para destrozarla por dentro. ¿Eso piensas? ¿Y si ese gesto -ya reprochable por sí mismo- además es uno más de muchos que se van acumulando? ¿Reaccionaría igual un chico a los comentarios de algunas chicas? ¿Las chicas se comportarían así en primer lugar? El protagonista llega a plantearse ese tema. ¿Una chica que se pelea con una amiga por algo tan banal como salir con un chico debería sentirse culpable toda su vida si ocurriera una desgracia? Tal vez. O tal vez no. Lo importante sería aprender a sobrellevar la situación, sacar alguna conclusión de aquello, reconocer tus errores, trabajar para cambiarlos y, sobre todo, entender que cada persona ve las cosas a su manera.
La cuestión no es dudar de la sinceridad de Hannah, sino mostrar la verdad de cada uno, que nadie se considera una mala persona pero que, al mismo tiempo, los actos tienen consecuencias. Las subtramas adicionales, además de aportar profundidad a los personajes, también exploran más a fondo un problema muy arraigado en este mundo. 13 Reasons Why es una historia sobre bullying, sobre gente que se propasa y gente que no se implica y sobre una sociedad que destruye a las personas débiles. La serie aporta una dimensión más a la que sabemos perfectamente que es una historia real y, al mismo tiempo, una fábula con moraleja. Esperemos que sirva de algo.
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