Durante sus últimas dos temporadas, Agents of S.H.I.E.L.D. se ha propuesto recompensar a todos los espectadores que tuvimos mucha paciencia y seguimos con ella tras unos comienzos francamente decepcionantes. Jed Whedon y Maurissa Tancharoen han ido cogiendo confianza como showrunners y las tramas de la serie cada vez son más ambiciosas y funcionan mejor. Tanto es así que, antes de marcharse de parón hasta abril, la serie nos regaló el que probablemente sea su mejor episodio hasta la fecha.
Sobre todo (pero no solamente) por ese cliffhanger que nos va a dejar sin uñas. ¿Cómo van a escapar los protagonistas del framework, esa realidad virtual que recuerda inevitablemente al San Junípero de Black Mirror (pero en versión retorcida)? ¿Está realmente muerta Simmons? ¿Dónde está su mente, entonces? ¿Vamos a tener que volver a soportar a Ward durante mucho tiempo? ¿Qué pretende Aida?
Sobre todo (pero no solamente) por ese cliffhanger que nos va a dejar sin uñas. ¿Cómo van a escapar los protagonistas del framework, esa realidad virtual que recuerda inevitablemente al San Junípero de Black Mirror (pero en versión retorcida)? ¿Está realmente muerta Simmons? ¿Dónde está su mente, entonces? ¿Vamos a tener que volver a soportar a Ward durante mucho tiempo? ¿Qué pretende Aida?
Es el final más potente que hemos visto hasta la fecha en S.H.I.E.L.D., y no es simplemente una idea repentina para agitar un poco las cosas: la serie se ha ganado este momento y ha preparado la trama poco a poco. Si hasta la fecha era una serie de aventuras con toques de fantasía y ciencia ficción, el tramo LMD ha sido ciencia ficción pura y dura. Han abordado el tema de las inteligencias artificiales con gran pulso y han logrado que todos los giros estén cimentados en los personajes, especialmente en Fitz (el personaje mejor parado de este tramo) y en la relación entre Coulson y May, que nunca había acabado de funcionar como romance hasta ahora.
La serie ha sabido sobreponerse incluso a la marcha de Bobbi y Hunter, dos de sus personajes más carismáticos, a base de introducir otros personajes que han funcionado bastante bien: Yo-Yo no solo tiene carisma, sino que ha hecho que Mack gane interés por el camino; y Mace, el nuevo director de la agencia, también ha sido una grata sorpresa. Sus dudas sobre cuál es su papel en el equipo ahora que se sabe que no es un inhumano son mucho más interesantes que convertirle en villano, un giro al que apuntaban los primeros episodios de la temporada.
La serie ha sabido sobreponerse incluso a la marcha de Bobbi y Hunter, dos de sus personajes más carismáticos, a base de introducir otros personajes que han funcionado bastante bien: Yo-Yo no solo tiene carisma, sino que ha hecho que Mack gane interés por el camino; y Mace, el nuevo director de la agencia, también ha sido una grata sorpresa. Sus dudas sobre cuál es su papel en el equipo ahora que se sabe que no es un inhumano son mucho más interesantes que convertirle en villano, un giro al que apuntaban los primeros episodios de la temporada.
A todo esto hay que sumarle lo mucho que han crecido Daisy y Jemma como personajes (¡qué bien llevan ambas el peso dramático del último capítulo!), lo bien que encajó Gabriel Luna como Ghost Rider (ojalá volvamos a verlo) y lo buenas que están siendo las escenas de acción esta temporada. Si la tercera temporada fue bastante notable, esta cuarta está acercándose poco a poco al sobresaliente, aunque falta ver cómo será el tercer acto y cómo lo cierran todo.
No deja de ser curioso cómo convertirse en la oveja negra de la familia Marvel (sus audiencias en directo son lamentables y no goza del favor de la crítica como sus hermanas de Netflix) ha acabado siendo beneficioso para Agents of S.H.I.E.L.D. Su irrelevancia mediática le exime, en parte, de su labor como enlace entre todo el universo cinematográfico: hace referencias cuando quiere pero va por su propio camino sin pararse demasiado a mirar lo que está ocurriendo en las películas.
La cruz de la moneda es que, con esas audiencias, lo tendrá complicado para renovar por una quinta temporada. Pero mejor no preocuparse por eso de momento y disfrutar del viaje: si esta es la última temporada, al menos S.H.I.E.L.D. se despedirá por todo lo alto.
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