American Crime ha vuelto esta semana a la parrilla televisiva con su tercera temporada. De la mano de su creador, John Ridley, la antología emitida por ABC y Movistar Series en España regresa con un nuevo análisis sobre la sociedad estadounidense.
Después de una gloriosa segunda temporada, con una temática centrada en el acoso escolar, las desigualdades económicas y los prejuicios sociales, American Crime vuelve con una nueva historia cuyo objetivo parece ser volver a dejar huella en el espectador.
Al tratarse de una antología, donde cada temporada cuenta una historia diferente con distintos personajes (al igual que American Horror Story), esta nueva tanda de episodios comparte poco más que un análisis duro y realista de la sociedad americana. Mientras que la primera temporada trató el tema de las luchas raciales, la nueva temporada opta por un tema de actualidad y de especial relevancia.
Este año American Crime se enfrenta al reto de superar el listón tan alto que dejó su predecesora. Nominada a cuatro Emmys y a dos Globos de Oro, la segunda temporada de American Crime repitió las buenas críticas que había cosechado con su debut, gracias a una trama interesante y absorbente, y a unos personajes cuyas actuaciones te impregnan.
En esta tercera temporada la temática gira en torno a la inmigración ilegal, la explotación sexual, las desigualdades laborales y los derechos humanos. Ambientada en una localidad de Carolina del Norte, American Crime nos presenta una familia de terratenientes con trabajadores explotados a su cargo. Además, el tema de la explotación humana también encontrará su cabida en la nueva tanda de episodios.
A pesar de no encontrarme lo suficientemente atraído por el camino que iba a tomar esta nueva historia (y después de la brillante temporada pasada, donde vi un tema más atractivo e interesante), considero que se ha optado por una temática necesaria de tratar ahora mismo, incluso a través de una ficción televisiva, ya que la actualidad social y política que estamos viviendo (con especial mención al presidente Trump) lo requiere.
A lo largo del primer episodio asistimos la presentación de los conflictos y personajes que van a componer la historia de este año. American Crime conserva uno de sus puntos fuertes: su inmejorable reparto, cuya calidad interpretativa consigue absorber al espectador e introducirnos en las tramas que se van desarrollando. En esta temporada vuelven Benito Ramírez (How to Get Away with Murder), Regina King (The Leftovers), Richard Cabral (Lethal Weapon) y Felicity Huffman (Desperate Housewives). Lo que más me ha sorprendido del primer episodio es el personaje de Huffman, con un registro más amable de lo que nos tiene acostumbrados al interpretar a la esposa de uno de los terratenientes. Aun así, esperemos que siga regalándonos grandes interpretaciones como es habitual. A los veteranos se les unen nuevos fichajes como Cherry Jones (Transparent) o Sandra Oh (Grey’s Anatomy).
Todavía es pronto para juzgar lo que nos deparará esta temporada, pero el primer episodio cumple su cometido de ir abriéndonos boca sobre los conflictos, dilemas morales y reflexiones que irán aconteciendo la vida de estos personajes.
American Crime se consagra como una de las mejores series de la televisión actual, con un sello de calidad indiscutible y que, a pesar de no estar fervientemente respaldada por las audiencias, posee una gran legión de seguidores que se ven inmersos en su nivel de producción. Innegablemente dura y crítica, la serie apuesta por una temática actual y de especial relevancia. Gracias a su guion, a la radiografía social que realiza y a sus notables interpretaciones, esta temporada promete no dejar indiferente a nadie.
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