Nadie dijo que meter cabeza en el circuito de cómicos de Nueva York fuera sencillo. Cuando eres un don nadie tienes que llevar público a los clubes para ganarte tus diez minutos de gloria sobre el escenario, repartir octavillas en las esquinas del Village y estar preparado para recibir desplantes de la audiencia si tus chistes no están a la altura, que suele ser lo habitual entre los principiantes. Cuando empiezas a ser alguien, deja a un lado tu vida, porque te esperan muchas horas de carretera y hoteles cutres para dar todos los bolos que puedas. La oportunidad debe ser aprovechada.
A Pete Holmes, protagonista de Crashing, la nueva comedia de HBO, su sueño de ser cómico le ha costado ya una esposa, un hogar y parte de su dignidad. Por suerte, pronto hará amigos en el sector que le prestarán su sofá cada noche. Desde consagrados comediantes o aspirantes a serlo como él. Nueva York es una ciudad dura y más para los artistas.
Crashing, producida por Judd Appatow y escrita por su actor protagonista, el cómico Pete Holmes, tiene el lujo de contar con una plétora de cómicos renombrados que interpretan una versión muy exagerada de sí mismos: T.J. Miller, Artie Lange, Sarah Silverman son algunos de los rostros conocidos que echan un cable a Pete en la ficción televisiva.
La mayor comicidad de la serie de HBO reside en ver cómo Pete, ingenuo treinteañero, religioso y enmadrado, se resiste a perder su ingenuidad y optimismo en un universo hostil y degradante como resulta ser la escena del stand-up comedy neoyorquino. En cada capítulo, Pete se enfrenta a situaciones delirantes que desafían algunos de sus principios más arraigados. No sabemos aún hasta qué punto estas vivencias y escollos terminarán moldeando su a priori afable carácter.
Lejos de formar parte del grupo de las últimas mejores comedias de HBO (la serie no está a la altura de Girls o Silicon Valley), Crashing se disfruta bien, especialmente gracias a su protagonista (más conocido dentro de EEUU que en Europa, Pete es Pete Holmes dentro y fuera de la ficción) y a la oportunidad que nos ofrece de conocer mejor el circuito de la comedia norteamericana. Sin embargo, de nuevo estamos ante el clásico sueño americano ya que, según nos hace ver la serie, hasta las grandes estrellas de la carcajada (Jerry Seinfeld, Chris Rock o Louis C.K.) han tenido que tragar cosas desagradables antes de triunfar, salir en programas de televisión, presentar late nights o llenar grandes auditorios con sus espectáculos.
A Pete Holmes, protagonista de Crashing, la nueva comedia de HBO, su sueño de ser cómico le ha costado ya una esposa, un hogar y parte de su dignidad. Por suerte, pronto hará amigos en el sector que le prestarán su sofá cada noche. Desde consagrados comediantes o aspirantes a serlo como él. Nueva York es una ciudad dura y más para los artistas.
Crashing, producida por Judd Appatow y escrita por su actor protagonista, el cómico Pete Holmes, tiene el lujo de contar con una plétora de cómicos renombrados que interpretan una versión muy exagerada de sí mismos: T.J. Miller, Artie Lange, Sarah Silverman son algunos de los rostros conocidos que echan un cable a Pete en la ficción televisiva.
La mayor comicidad de la serie de HBO reside en ver cómo Pete, ingenuo treinteañero, religioso y enmadrado, se resiste a perder su ingenuidad y optimismo en un universo hostil y degradante como resulta ser la escena del stand-up comedy neoyorquino. En cada capítulo, Pete se enfrenta a situaciones delirantes que desafían algunos de sus principios más arraigados. No sabemos aún hasta qué punto estas vivencias y escollos terminarán moldeando su a priori afable carácter.
Lejos de formar parte del grupo de las últimas mejores comedias de HBO (la serie no está a la altura de Girls o Silicon Valley), Crashing se disfruta bien, especialmente gracias a su protagonista (más conocido dentro de EEUU que en Europa, Pete es Pete Holmes dentro y fuera de la ficción) y a la oportunidad que nos ofrece de conocer mejor el circuito de la comedia norteamericana. Sin embargo, de nuevo estamos ante el clásico sueño americano ya que, según nos hace ver la serie, hasta las grandes estrellas de la carcajada (Jerry Seinfeld, Chris Rock o Louis C.K.) han tenido que tragar cosas desagradables antes de triunfar, salir en programas de televisión, presentar late nights o llenar grandes auditorios con sus espectáculos.
Hasta ahora había sido Louie, también protagonizada por un cómico, el genial Louis C.K., la que nos había mostrado la cara menos amable de la profesión, eso sí, con un tono mucho más irónico, absurdo e inteligente que Crashing. Tal como Artie Lange le hace ver al idealista Pete en el piloto de esta nueva serie, la comedia es dura y ni siquiera tener cierto renombre te ahorra los sinsabores. Lo mismo le ocurría a Louie. Críticas, desilusiones, soledad, amargura, extenuación... Aunque todo se esfuma cuando se está encima del escenario micrófono en mano. De hecho en Louie había claramente dos personas/personajes distintos: el que está sobre las tablas y el que ya se ha bajado de ellas.
HBO ya ha confirmado que Crashing tendrá segunda temporada. Mientras tanto, la primera, que se puede ver en HBO España, llegará a su fin el próximo 9 de abril.
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