Que levante la mano quien antes de este capítulo recordaba la trama del asesinato del padre de David. ¿Nadie? Yo no, desde luego. Sin embargo y pese a que no sé muy bien si esto llegará a alguna parte o se diluirá en la nada en cinco minutos de otro episodio como mucho, el haber visto la Isla de los Juegos y a David mostrar un poquito de sentimiento más allá del amor incondicional a su mujer ha merecido la pena. ¡Si hasta ha soltado la lagrimita! Sólo por eso, perdono tramas irrelevantes a largo plazo. Por eso y porque Robin ha mostrado sus cartas rapidito, que no estamos como para dar muchas vueltas.
Ahora que Emma ha vuelto, David vuelve a centrarse en resolver el caso del asesinato misterioso de su padre no-tan-borracho. La semilla plantada por la viperina Reina al darle la moneda de su fallecido padre germina y las ansias de conocimiento y venganza florecen en el pastor-príncipe, que sólo cuenta con Garfio como aliado ya que aún le ve como el pirata que antaño fue. Tirando del hilo descubre que realmente su padre no murió borracho abandonándoles, sino que acudió al rescate de su perdido hermano a la Isla de los Juegos, donde el pequeño príncipe huyó de su no-padre.
Pinocho, que ha vuelto de Navidad muy sembrado y ayudando a todos sin mover un dedo es la clave para unir los puntos. En el pasado ayudó al padre de David a encontrar a James; en el presente ayuda a David a encaminar sus pasos hacia el preso ex-rey, que fue quien dio la orden de acabar con su padre. En el último momento justo antes de dar por finalizada la venganza, Garfio detiene a Charming haciéndole recapacitar y ver que en realidad ha cambiado. Con esto no sólo consigue que su suegro acepte que le pida mano a Emma, sino que oculta que la espada que atravesó al padre de David fue la suya.
Por otro lado, en los momentos en los que David está dormido y Blancanieves despierta, Regina enseña a Robin2 qué es lo que ha ocurrido en la historia de este mundo, cegada pensando que dentro de este Robin estará el suyo. No es hasta su primer beso que la alcaldesa siente que esto no es lo que era, tal y como Blanca sintió en su día que besó al hermano equivocado. Con aparición estelar de Zelena para que no olvidemos que sigue existiendo, dejamos a Robin2 robando un poderoso cofre de la bóveda de Regina. ¿Para qué? Lo veremos en el próximo capítulo... o el siguiente... total, sabemos que la trama durará poco. Por cierto, ¿alguien recuerda, ya no al enfurruñado Gideon, sino a la gente de Agrabah? Lo voy dejando caer, que lo mismo salen diez segundos y nos lo perdemos haciendo memoria de quiénes eran y qué les pasaba.
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