Santa Clarita Diet es una reciente serie de Netflix que ha atraído la atención del público por su más que curioso título y por su estrella protagonista, la inconmensurable Drew Barrymore. La famosa niña de E.T. interpreta a Sheila, una esposa y madre de una niña adolescente. Como agente inmobiliaria, ella tiene una vida aparentemente normal hasta que un día, fruto de un extraño e inexplicable virus, se convierte en muerta viviente y empieza a saborear el placer por la carne humana.
Con este preámbulo, no es descabellado afirmar que estamos ante una serie muy particular y extravagante, que roza el horror y traspasa lo absurdo, lo que precisamente la convierte en una serie extremadamente divertida y fácil de digerir. Su irracionalidad la convierte en una serie no apta para cualquiera a quién simplemente le guste la comedia, pero si su humor y su combinación de géneros al tuntún te enganchan en el primer capítulo, acabarás devorándola (nunca mejor dicho). Hoy os traemos 5 razones para ver esta disparatada comedia creada por Netflix.
Con este preámbulo, no es descabellado afirmar que estamos ante una serie muy particular y extravagante, que roza el horror y traspasa lo absurdo, lo que precisamente la convierte en una serie extremadamente divertida y fácil de digerir. Su irracionalidad la convierte en una serie no apta para cualquiera a quién simplemente le guste la comedia, pero si su humor y su combinación de géneros al tuntún te enganchan en el primer capítulo, acabarás devorándola (nunca mejor dicho). Hoy os traemos 5 razones para ver esta disparatada comedia creada por Netflix.
1. No es una historia más de zombies
Pocas veces convertirse en un muerto viviente parece algo divertido, pero Santa Clarita Diet lo consigue ofreciéndonos una perspectiva original de este fenómeno zombi tan explotado en la industria televisiva. Dead Set, Z-Nation, In the Flesh y más recientemente The Walking Dead y su precuela, Fear The Walking Dead, nos han trasladado a escenarios apocalípticos repletos de zombies peligrosos que arrastran los pies y se dedican a devorar vísceras. Muy poco tiene que ver Sheila con este tipo de zombies (incluso en la propia serie rehusan de este término). Ella continúa siendo una madre de familia trabajadora que intenta llevar una vida más o menos normal compaginada con sus nuevos hábitos alimenticios.
2. Elenco de actores
Es indudable que la estrella del show es Drew Barrymore. Sin embargo, la serie va más allá de su participación y cuenta con la interpretación de otros grandes actores. El marido de Sheila, interpretado por Timothy Olyphant, a pesar de ser más un personaje secundario que principal, despierta una gran simpatía en el público gracias a su comprensión y al esfuerzo por mantener a la familia unida pese a las circunstancias (el marido perfecto, vamos). Otros que han calado de lleno en el público es la entrañable pareja formada por la divertida y encantadora hija de la pareja, Abby (Liv Hewson) y su vecino friki y locamente enamorado de ella, Eric (Skyler Gisondo). A parte de este elenco principal han contado con la participación de estrellas invitadas como Nathan Fillon, Patton Oswalt y Portia de Rossi, por mencionar algunos.
3. Uso de un humor muy negro
Partiendo de la base de que la protagonista muere y renace con más energía vital, más deseo sexual, con más receptividad a los caprichos de su hija y más abierta a los cambios, los productores tienen mucha sobre lo que jugar. En Santa Clarita Diet no existen tabúes. El canibalismo, el sexo, la muerte… cualquier tema es satirizable y objeto de crítica. La serie juega con la parodia y lo absurdo constantemente, riéndose del estilo de vida californiano, compuesto de familias perfectas de clase media que viven una acomodada vida aburguesada en su vecindario idílico.
4. Muchísimo gore
En ninguna serie zombie pueden faltar las vísceras y la sangre, pero en Santa Clarita Diet este “principio” lo lleván al máximo extremo. Desde el primer capítulo podemos ver a Drew Barrymore practicando canibalismo de forma tan explícita como los 30 litros de vómito que cambiaron el curso de su vida. El productor y guionista de la serie, Victor Fresco, no se corta un pelo en mostrar cabezas cortadas, brazos mordisqueados y torsos desmembrados, lo que le ha acarreado problemas incluso antes del lanzamiento de la serie. En Alemania tuvieron que parar su campaña publicitaria que incluía food trucks tras las quejas recibidas por una valla en la que un dedo está condimentado como si fuera una curry-wurst.
5. Su duración
Por mucho que nos encanten las series largas, no siempre disponemos del tiempo ni de la concentración necesaria para sumergirnos en una historia cargada de drama y giros argumentales. A sabiendas de esto, Netflix apostó por crear una temporada corta de diez episodios con una duración que ronda los 26 minutos, un formato fiel a la mayoría de las comedias. Esto hace que Santa Clarita Diet sea una serie ideal para esos momentos en los que necesitamos compaginar una serie y alguna otra actividad, como puede ser almorzar (aunque la combinación de comida y vísceras resultará repugnante para más de uno).
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