God Complex o llevar la humanidad a su máxima expresión son las dos maneras de definir este noveno episodio de The 100. El toque divino recae en esta ocasión sobre las manos de Clarke en el laboratorio de Becca, donde tratan de verificar que convertirnos a todos en night bloods funcionará contra la radiación. En el pasado capítulo, Emory propuso a un voluntario para el testeo: un hombre de su pasado que arruinó su vida y la de su hermano. Todo parecía indicar que los días de preocupación se acercaban a su fin, hasta que Abby acciona la máquina y el hombre muere entre gritos de agonía. Este pequeño incidente no habría sido más que eso si varios factores no lo hubieran acompañado: el sentimiento de fracaso, la desesperación ante la falta de soluciones y tiempo, que Emory mintió sobre el pobre hombre (no hay que culpar a la muchacha, está rodeada de monstruos), etc. Dado el fracaso inicial y una vez descubierta la mentira de Emory, esta parece ser la candidata perfecta para el segundo intento. Los gritos de la joven y de Murphy ante la injusticia que está teniendo lugar no parecen ser efectivos. Como no lo son tampoco la oposición de Luna y Raven. Sobre esta última he de decir que a pesar de que le parece fatal lo que está sucediendo no se ofrece como voluntaria.
Verse bajo la misma piel que los miembros de Mount Weather no frena el frío corazón de Clarke, que guiará a todos hacia lo que es la única solución viable. Finalmente, Wanheda entra en un estado de relativa razón, dadas las circunstancias, y se propone a sí misma como voluntaria para probar nuevamente el efecto de la radiación. Sin embargo, será Abby quien acabe definitivamente con esta locura al destruir la máquina donde realizan el experimento. Alegando que se convertiría en la tumba de su hija. Recordemos que Abby vio a Clarke en una alucinación afectada por la radiación, un dato que parecía haber caído en el olvido. El momento de la explosión de sinceridad de Abby sobre la inviabilidad de su proyecto queda eclipsado por la mirada de Murphy: hace ni cinco minutos la condenada era Emory y todo parecía que iba a ir bien; pero si es Clarke la que va a entrar en la máquina el experimento pasa a ser sinónimo de muerte asegurada. Que cosas. Ya sabemos que para todo hay clases, pero hay que disimular un poco mejor.
Por otra parte, Jasper guía a Bellamy en una especie de viaje reflexivo sobre el carpe diem. No queda mucho para que el mundo llegue a su final y Bellamy vive torturado por sus errores. En esta ocasión he de dar la razón a Jasper: ya no tiene sentido darle vueltas a lo sucedido. Pero no me parece solidaria su actitud con respecto al resto de sus compañeros: desde el laboratorio de Becca, Clarke y compañía pierden su humanidad para hallar la manera de salvar a todo el mundo; y desde Polis, Thelonious, Monty y Marcus luchan por encontrar el búnker que les permitirá sobrevivir. Y mientras sus compañeros se juegan la vida y se esfuerzan hasta el último momento, Jasper está de fiesta.
Thelonious es el creyente de las creencias. No tiene fe en nada en particular, pero sí en todo en general. Se mueve de una idea a otra tratando de buscar la Fe verdadera, que será aquella que sirva para salvar a su pueblo. La misma idea que le guió a la Ciudad de la Luz, y no recordemos como acabó aquello (ya tenemos al pobre granjero Ilian para contarnos sus pesares cada capítulo), le lleva esta vez a lo que sí parece la solución a la próxima Praimfaya. El Segundo Amanecer es el nombre de una secta preacopalíptica que dedicó sus últimos esfuerzos antes de la primera Praimfaya en construir un búnker que salvará a generaciones futuras. El futuro ya es presente, y gracias a los esfuerzos de Indra y su ejército, el búnker se halla a sus pies. From the ashes we will rise es la clave para resolver el misterio tras la puerta sellada, y la inteligencia de Monty será la llave para abrir el búnker y el futuro que éste representa. Y pensar que Clarke no le había puesto en la lista de los 100. Se encuentran ante la puerta a la esperanza que pronto se convertirá en carnicería, ya que aunque el búnker es espacioso, nunca será lo suficientemente grande para todos. Una futura batalla para entrar en un lugar que posiblemente terminará como el Arca o Mount Weather: en un régimen dictatorial e injusto. Ya sabemos que encerrar a los humanos para sobrevivir aniquila su humanidad, y con este búnker volvemos a la casilla número 1.
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