New Girl pertenece a la generación de series del 2011. Comparte cumpleaños con series que ya han llegado a su ocaso o que están próximas a terminar. Por aquel entonces, 2 Broke Girls hacía gracia, Storybrooke estaba bajo una maldición bastante interesante, Emily VanCamp rompía la mala racha de la franja de los miércoles a las 10 en ABC gracias a su Revenge, Person of Interest todavía no había interesado mucho pero tenía potencial... De esta lista pocas quedan con vida, y las que siguen con nosotros viven con la ayuda de tubos y ventilación asistida. New Girl no es una excepción. ¿Qué más puede ofrecernos Zooey Deschanel?
New Girl comenzaba con una premisa interesante y unos personajes secundarios demasiado desdibujados. La chica nueva del título era Jess y fue un plato único que tuvimos que tomarnos en cantidades industriales. Toda trama giraba en torno a su peculiar modo de ver la vida. Schmidt resultaba un poco irritante aunque apuntaba maneras, Nick era más gruñón que entrañable y Cece era un auténtico suplicio. Encima, uno de los compañeros de piso del piloto se tuvo que marchar para seguir en Happy Endings y no se molestaron en grabarlo de nuevo, simplemente lo incluyeron en la trama por si acaso. Y de hecho, tuvo su regreso más adelante. Además, Winston aparecía como dosminutos por episodio.
De esa New Girl con la que empezamos queda muy poco. Hace mucho que no canta el 80% de sus líneas. Schmidt se ha convertido en un auténtico robaescenas cada vez que aparece, Cece ha encontrado su gracia, Nick nos ha ganado a todos y Winston tiene un gato compartido y una novia. No es un secreto que la serie mejoró enormemente cuando convirtieron el producto en algo más coral. Siempre manteniendo a la profesora de las gafas como hilo conductor, el resto de personajes ha tenido la posibilidad de desarrollarse, crecer y aportar momentos que los seguidores de la serie sabrán recordar para siempre: la boda de Cece y Schmidt es de lo más bonito que ha dado la serie, el parkour, Nick y su amistad con el anciano asiático....
¿Qué nos queda por ver? No mucho, la verdad. La sexta temporada ha llegado a su fin hace unas semanas y todo el mundo está feliz (por si acaso la cancelan). Cece y Schmidt se han comprado una casa y están embarazados. Eso no quita que sigan estando el 90% del tiempo en el viejo apartamento porque no son tontos y saben que la acción de la serie ocurre en el loft (son como esos que se independizan pero siguen comienzo en casa de sus padres). Winston y Aly están prometidos, y el simple hecho de que este haya mantenido una trama más allá de los cinco episodios es algo de admirar. Por último, Nick y Jess se han reconciliado en un ascensor después de la soporífera e interminable trama de Megan Fox. Le ha costado irse a la pesada.
Yo apostaría por una séptima temporada de cierre. Al menos 13 episodios en los que podamos ver la boda de Winston y quizá la de Jess y Nick. Vale que dos bodas en una misma temporada puede parecer demasiado, pero creo que al menos se las deben a los seguidores que se han mantenido fieles. Probablemente no nos sume nada, pero tampoco nos restará. Una temporada siete que nos deje el loft vacío, y a tres parejas empezando una nueva vida (quizá incluso como vecinos). Si han llegado hasta aquí, ¿qué importa un empujoncito más para poner el broche final?
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