Allá por 2005, cuando acabábamos de entrar en los años dorados de la televisión con la hornada de estrenos de éxito del año anterior, como parte de los pelotazos que tocaban, se estrenó en FOX Prison Break (2005-2009) dejando con la boca abierta a todos con sus giros y cliffhangers al más puro estilo Lost pero en un marco más realista —y criminal—. Cuatro temporadas, una película y doce años después, Prison Break resucita (nunca mejor dicho) para una temporada corta de nueve episodios que disfrutaremos desde hoy mismo —desde el 10 de abril a las 22:20h en FOX España—, por lo que no hay mejor momento que este para dar un repaso a esta serie mítica y llegar con ello fresco a la nueva tanda.
Creada por Paul Scheuring, la serie trata sobre una pareja de hermanos, Lincoln Burrows (Dominic Purcell, Legends of Tomorrow) y Michael Scofield (Wentworth Miller, Legends of Tomorrow). El primero es encarcelado por asesinar al hermano de la Vicepresidenta de los Estados Unidos y condenado a la silla eléctrica. Sabiendo que ha sido inculpado injustamente, el segundo traza un plan la mar de elaborado para ayudarle a escapar de prisión. Tras tatuarse encubiertamente los planos de la cárcel y planear su fuga, atraca un banco a mano armada dejándose atrapar para entrar en Fox River y llevar a cabo su plan.
La trama principal de la magnífica primera temporada gira entorno al plan de Michael tratando de llevar a cabo su huida implicando al mínimo número de presos posibles, mientras en el exterior, Verónica Donovan (Robin Tunney, The Mentalist), abogada vieja amiga de la familia y ex de Lincoln trata de demostrar que éste es inocente y víctima de una conspiración. Capítulos con tensión durante el metraje completo, giros de guión imposibles pero impresionantes y cliffhangers que te hacen ver más capítulos son las características de esta primera entrega de veintidós episodios que cautivó allá donde se emitía. La química entre Scofield y la doctora Sara Tancredi (Sarah Wayne Callis, The Walking Dead) ocasionó que la hija del gobernador continuara en la serie como personaje regular en vez de morir tras la primera temporada, proporcionando así una historia de amor que sobrevive, literalmente, a cualquier obstáculo.
Con una historia prácticamente cerrada y de forma previsible, la temporada finaliza con la salida furtiva de los hermanos de la cárcel, acompañados de otros seis reclusos: Fernando Sucre (Amaury Nolasco, Work It), John Abruzzi (Peter Stormare, American Gods), Benjamin "C-Note" Franklin (Rockmond Dunbar, The Path), Charles "Haywire" Patoshik (Silas Weir Mitchell, Grimm), Theodore "T-Bag" Bagwell (Robert Knepper, Homeland) y David "Tweener" Apolskis (Lane Garrison, The Messengers); conocidos como Los Ocho de Fox River. En una segunda temporada de indudable menor calidad que la primera pero aún muy recomendable, entra en escena Alex Mahone (William Fitchner, Mom), el agente encargado de capturar a los fugitivos, que empezará una guerra intelectual brutal con su némesis, Michael. La caza de los presos, la búsqueda del dinero enterrado de D.B. Cooper (Muse Watson, NCIS) y esta lucha constante entre Mahone y Scofield hacen de la temporada una tanda de capítulos muy disfrutable... y entonces llegó la tercera.
En plena huelga de guionistas, con una corta —gracias— temporada de las de explotar a la gallina de los huevos de oro con pocas ideas y una vuelta a lo que triunfó en principio, Michael, Mahone, T-Bag y Bellick (Wade Williams, Mercy Street), ex guardia de Fox River son encarcelados en la Penitenciaría Federal de Sona, en Panamá, mientras que Lincoln al fin es exonerado. Michael ha de volver a escapar de la prisión coaccionado por La Compañía (los que inculparon a su hermano, entre otras maldades) de sacar con él a James Whistler (Chris Vance, Supergirl) a cambio de la seguridad de su sobrino y Sara. Una corta temporada de calidad cuestionable con la impactante muerte de Sara de por medio, sólo podía empeorar dándonos una última temporada que poco o nada tenía que ver con el argumento de la serie.
Se presenta así una cuarta temporada donde la doctora Tancredi "resucita" con una excusa barata —lo que nos da una idea de lo que ocurrirá en los capítulos por llegar— y parte de los presos fugados que continúan con vida han de colaborar con la NSA para derrotar a La Compañía consiguiendo Scylla, donde se contiene la información vitad de dicha organización, y conseguir así el indulto para ser por fin libres. Explosión tras explosión, extorsión tras extorsión, giro telenovelesco tras giro telenovelesco, acabamos con la aparición estelar de la madre de Michael y Lincoln, que resulta ser la villana final, y acaba muerta tras mucho drama, disparos y malvados planes de manipulación familiar, a manos de su nuera. ¿Cómo podríamos hacer una película de esto? Sara entra presa y su marido y cuñado la ayudan a salir, muriendo Scofield por el camino, dejando a su mujer viuda y a su hijo huérfano, y acabando la serie mártir tal y como empezó.
A día de hoy, Michael Scofield está vivo y una nueva fuga está en proceso. ¿Cómo ha sobrevivido? ¿Cómo descubrirán Lincoln y Sara que han vivido engañados todos estos años? Nueve episodios para volver a sorprendernos y hacer que Prison Break vuelva a ser una de las grandes tal y como empezó. Esa serie que se ganó su propio videojuego por su adictiva trama. ¿Cuántas fugas puede realizar la misma persona a lo largo de su(s) vida(s)? Tenemos una mini-serie continuación para averiguarlo y ponerle el lacito a una serie que acabó de capa caída siendo una sombra de lo que fue, que pese a que tengamos que hacer concesiones con respecto a esta milagrosa resurrección, puede demostrar una vez más por qué fue una de esas grandes de 2005.
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