The End Of The World As We Know It (El final del mundo como lo conocemos) es el momento para el que los survivalistas como la familia Otto y sus seguidores se preparan. En la década de los 90, durante las legislaturas de Bill Clinton, con la superpoblación de la tierra y la crisis económica, surge un temor en ciertas comunidades sobre la posibilidad de supervivencia de la población y la necesidad de prepararse para lo que puede venir. Jeremiah Otto es un experto y transmitía su conocimiento a través de anuncios del estilo de La Tienda en Casa en los que enseñaba cosas tan útiles para el mundo en el que viven como la excavación de un pozo o consejos agrícolas.
Esas pequeñas piezas de vídeo que nos han permitido ver han sido la manera más inteligente que han tenido en cualquiera de las dos series para aportarnos información de vital importancia para conocer a un grupo nuevo de personajes. Salvo en contadas ocasiones, no nos habían mostrado la vida de los supervivientes antes del apocalipsis y esta vez nos van a ayudar a aportar profundidad a unos personajes de una manera más rápida pero también más eficaz. Las cintas nos muestran a una madre (la de Troy) alcohólica y que presta nula atención a sus hijos; un padre que también bebe y además responde formar agresiva hacia su mujer (y puede que hacia sus hijos); un Troy niño desatendido y sufriendo por un escenario familiar disfuncional; y un Jake que, a pesar de ser también un crío, se ve obligado a ejercer de figura paterna y protectora de su hermano pequeño. Roles que siguen ejerciendo ahora.
Madison ha sido la única que ha accedido a esas cintas, aunque Jake ya había confiado parte de esa historia a Alicia durante su viaje en el anterior episodio. La matriarca de los Clark tiene claro que quiere quedarse en el refugio de los Otto. No tienen otro sitio mejor en el que quedarse y por eso insta a sus hijos a adaptarse al nuevo medio. Ella hace lo propio y esas cintas le otorgan la información que necesita para poder bloquear a la mayor de las amenazas a su familia: Troy Otto. El pequeño “científico” no ha tenido una figura materna que le demuestre cariño a lo largo de su vida, incluso hemos sabido que su madre le odiaba por ayudarla en sus últimos momentos con vida. ¿Qué hace Madison? Pues ejercer de madre. Primero pidiéndole hacer la cama y en la escena final sentándose con él a la hora de comer y colocando una servilleta sobre su regazo. Pequeñas pildoritas que seguro harán de Troy un chico nuevo. Un chico dócil.
Otra que es una chica nueva es Alicia y lo es después de verse forzada a matar a Andrés. Sorprendentemente no está contrariada por la muerte en si misma, sino por lo fácil que le ha resultado matar. En un mundo en el que viven la muerte es más sencilla que la vida y quizá esa nueva filosofía en Alicia haya sido la que hizo que no hiciese mucho esfuerzo en mantener a Travis en el helicóptero. De momento la hija de Madison ha hecho amigos, al menos tiene una pandilla de jóvenes como ella con los que pasar el tiempo aunque su influencia no creo que sea la mejor. Un puñado de chicos que no están preparados para el mundo actual, que tienen la cabeza del primer caminante, que han visto guardada con vida como si de un amigo se tratase, y que se entretienen bebiendo y fumando durante sus “estudios religiosos”. La que sí es una buena influencia para Alicia es Jake, y sí que empieza a parecer que sí que estén interesados el uno en el otro. Al fin y al cabo, ambos han sido los pilares de sus familias, ambos han ejercido de protectores de sus hermanos necesitados, y han lidiado con padres que no estaban precisamente centrados en ellos. Veremos cómo continúan.
Nick tiene más difícil el proceso de adaptación a este nuevo escenario. Su rivalidad con Troy Otto está lejos de terminar. Además, Luciana es un recordatorio de que no pertenecen al rancho y que no eran bienvenidos en un principio. Si su novia está en la enfermería es porque Troy le ha disparado y lo que ambos quieren es salir del refugio en cuanto estén físicamente al 100%. Da la sensación de que Nick va a tener que elegir una vez más entre permanecer con su madre y su hermana, que parecen estar dispuestas a convertir la propiedad de los Otto en su hogar, o marcharse una vez más a la aventura. Y esta vez parece que podría llegar a hacerse a su nueva vida. Incluso Troy ha llegado a la conclusión de que podrán ser amigos después de su pequeña pelea durante la cacería. Eso sí, la obsesión de los tiempos y el registro de las cosas del pequeño de los Otto es preocupante, teniendo incluso una teoría sobre el tiempo que tardaría en convertirse en walker una vez muerto. Por cierto, ¿qué secretos guarda su diario además de anotaciones y medidas de tiempo?
En lo que parece un mundo a parte, Victor se encamina en su nuevo coche hacia la frontera entre México y Estados Unidos. Una vez más, como lo lleva haciendo desde el principio de la serie, su intención estirar de contactos previos al apocalipsis para asentarse y obtener algún tipo de seguridad. Este personaje puede pasar de interesante a absoluto tedio en cuestión de segundos. Sus líos con Dante van a una versión 2.0 de los que vimos en su momento con Luis y compañía. De momento ha visto como se las gasta su exsocio en este nuevo ambiente con lanzamiento de hombres desde una presa incluidos. Lo que puede llegar a salvar esta trama es el regreso de Daniel Salazar. El padre de Ofelia no estaba muerto, parece que estaba de parranda con un nuevo grupo. Eso sí, espero que haya explicación de cómo se ha librado del incendio que provocó y que sea una explicación lógica. Irónico es que hayamos visto esta temporada antes al muerto Daniel antes que a su hija Ofelia. Where are you, Ofelia?
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