Corría el año 2001 cuando un puñado de desconocidos —o al menos no tan conocidos— actores unieron fuerzas en una comedia de fracaso éxito comercial que trataba sobre el último día de un campamento de verano en el año 1981. Amy Poehler (Parks and Recreation), Bradley Cooper (Alias), Paul Rudd (Friends), Elizabeth Banks (Modern Family), Joe Lo Truglio (Brooklyn Nine-Nine), Marguerite Moreau (Grey's Anatomy), David Hyde Pierce (The Good Wife) o Michael Showalter (Search Party) son sólo algunos de los ejemplos de caras conocidas que protagonizan la cinta; un sin fin de caras conocidas que colaboraron en una película de bajo presupuesto, humor satírico y estrategia común a la usada en territorio patrio pero ejecutada adrede: usar treintañeros para representar adolescentes de 16.
Para quienes aún no la conozcáis o simplemente os haya saltado la propaganda de Netflix hace relativamente poco y no sepáis qué es, hablamos de Wet Hot American Summer, esa comedia que apenas pagó a sus actores, que fue pisoteada con la crítica y que años después se convirtió en película de culto. Rescatada por la plataforma de VOD, WHAS se convirtió hace un par de años en serie, regalándonos ocho episodios de pura maravilla en la que todos los actores volvían a ese campamento, más de una década después, a recrear sus yos de dos meses antes de la película original. Véase señores y señoras de cuarenta y tantos haciendo de quinceañeros. Wet Hot American Summer: First Day of Camp se traduce en el mismo humor llevado hasta el extremo, los ochenta en estado puro, sinsentidos con explicaciones loquísimas y un buenrollismo que se contagia. Un grupo de actores que en 2015 ya eran ALGUIEN, con mayúscula, y vuelven a unirse a regalarnos metraje irrepetible pese a sus ahora apretadas agendas. En la película vemos cómo se despiden después de dos meses que cambiaron sus vidas; aquí vemos cómo se conocen. Personajes nuevos que desaparecerán el segundo día de campamento, experiencias increíbles con el Presidente de los Estados Unidos, rivalidad con el campamento vecino, cambios bruscos de personalidad y explicaciones de situaciones de las cuales hemos visto el desenlace, un sin fin de tramas que enamoran.
No contentos con esto y aprovechándose del cliffhanger final de la película original ("En diez años todos volveremos aquí, blablabla"), e incluso aprovechando —y a veces trucando— escenas de la misma, llega a Netflix hace un mes Wet Hot American Summer: Ten Years Later, esa secuela necesaria para cerrar un círculo abierto sin otro propósito que divertir. Ambientada esta vez como es lógico, en 1991, el grupo de "campistas" vuelve al Campamento Firewood para su reunión pactada, ver sus progresos y cerrar el círculo que les une; y si bien esta vez todo lo ocurrido no es tan hilarante como para durar otros ocho episodios, sirve como un broche perfecto para acabar la saga. Si en First Day of Camp teníamos un Presidente, aquí tenemos tres; si en First Day of Camp teníamos locuras a tutiplén, esto es un manicomio. Esta es la idea de a lo que nos enfrentaremos como punto y ¿final? Se unen además a una o ambas de las secuelas de la película actores como Jon Hamm (Mad Men), Kristen Wiig (The Last Man on Earth), Chris Pine (Angie Tribeca), Jason Schwartzman (Mozart in the Jungle) o Alyssa Milano (Charmed) entre otros, sumando aún más el listón.
Como veis os hemos contado más bien poco, pero más que un artículo sobre el argumento, pros y contras, balance de temporada/serie o incluso un 5 razones para ver... quería hacer un llamamiento, porque poca gente conoce esta obra maestra, y qué mejor que estos últimos días de verano para disfrutarla. Aún estáis a tiempo de uniros al Camp Firewood. Y si no... tss... whatever.
EXTRA: Recomendadísimo este artículo de Vulture para ver el cambio de los actores en la saga a través del tiempo
COMENTARIOS