"Esta tierra es tu tierra" dice la canción de Woody Guthrie que recuerda Alicia, y al final la tierra no es de nadie. Ponemos punto y final al arco argumental del rancho de los Otto, una localización que prometía mucho pero que al final se ha diluido de tal forma que su caída ha sido un poco improvisada como poco. Pero no desesperéis, amigos, todavía quedan tres episodios por delante: uno la semana que viene, y un doble episodio que cierre esta tercera tanda. ¿A dónde nos llevarán ahora? ¿Merecerá la pena?
Si esta temporada ha tenido una protagonista, esa ha sido Alicia Clark. La hija de Madison se ha visto obligada a tomar la riendas de un campamento lleno de conflictos y cuyos líderes naturales no supieron dar la talla. Alicia se ha convertido en una guerrera. Esta temporada parece haber sido poseída por el espíritu de Lexa y ha sabido responder con mano firme cuando el grupo más lo necesitaba. Quizá sea todo un pequeño guiño al personaje que la ha hecho famosa. Las manchas de sangre en la cara no hacía más que acentuar el parecido.
Su decisión de refugiarse en la despensa ha traído más problemas que soluciones, pero ha sabido ganar un par de horas a la muerte. Sin apenas provisiones, con el sistema de ventilación atascado y con demasiada gente en un espacio muy recudido, ha tenido que poner punto y final a la vida de varios de sus vecinos y amigos. Este episodio ha servido también para que Blake se redima después de las atrocidades que protagonizó con Troy pero su presencia en esta serie no ha llegado a ser ni accesoria y nos importa más bien nada.
Lo que importa de esta jornada de muerte y destrucción para lo extra es la evolución de Alicia. No podemos olvidar que sólo tiene 18 años. También debemos dar las gracias a Christine, una señora a la que le ha dado por hablar en este episodio y nos ha ayudado a averiguar que Alicia está decepcionada con su familia. Con toda. Ya conocíamos las discrepancias con su madre, pero esta vez nos han mostrado como las malas decisiones que ha tomado Nick en su vida no hicieron más que hacerle perder a la persona que más admiraba en la vida. Lamentar también la pérdida de Christine, pues hubiese sido una persona a la que me hubiese apetecido escuchar.
Lo que es de admirar es la capacidad de supervivencia que tiene esta chica. Con hombres de las milicias de Troy y Taka en la despensa, es su menudo cuerpo el único que aguanta la falta de oxígeno. Y además, mareada y desorientada, consigue una precisión a la hora de matar caminantes que ni Michonne es sus buenos tiempos de espadachina. Al final es rescatada por Madison, Victor, Troy y Nick. Pero que ni se les ocurra anotarse el tanto porque esta guerra la ha ganado Reina Alicia.
A todo esto, Ofelia ha estado todo el episodio en un conducto de ventilación con Lee. Gracias a que Alicia sabía química, física y matemáticas, han sabido calcular el tiempo que les quedaba de vida, dos horas, así que Ofelia se presenta voluntaria a una misión cuya duración estimada es de, sí, dos horas. Sin tiempo que perder, Ofelia y Lee se permiten hablar de su hijo, de la guerra y de Daniel. Ha sido un detalle bonito darle cierta backstory a Lee ahora que parece que se une al elenco principal, pero os podíais haber ahorrado gastar un tiempo que no teníais. Pero tranquilos. Todo está bien. La semana que viene tendremos reencuentro entre Daniel y Ofelia (suponemos) porque Madison y Taka han traído las buenas nuevas. Dos cositas: primero, conociendo a The Walking Dead, probablemente se reencuentren en un pasillo y Ofelia termine muriendo; y segundo, no puedo evitar oler a cuadrado amoroso entre Taka, Madison, Ofelia y Lee. Quizá sean cosas mías.
Para terminar, los protagonistas vuelven a separarse. Alicia, que se ha dado cuenta de que es una soberana de bandera, no quiere seguir los dictámenes de Madison. No hace falta ser un lince para que veamos que las decisiones de Alicia son mejores que las de su madre. Y, probablemente, Alicia sabía que su madre no dejaría que nadie que no sea Madison Clark dicte el futuro del grupo. Así que agarra un coche y decide irse a la aventura, dirección a la cabaña del amor de Jake a la que el pobre no va a poder ir por culpa del tándem Troy-Nick, equipo que abandona a Madison también porque Nick quiere asegurarse de que su hermana está a salvo.
Curioso es que Madison pierda a sus dos hijos. En la pasada entrega Nick fue el que probó suerte por su lado y terminó encontrando a Luciana (Where is she?); mientras, Alicia tomó la decisión de permanecer en el núcleo familiar y aportar lealtad y fuerza. En esta son los dos, dejando a Victor como la persona más cercana a ella. Mucho más fría ha estado con Troy; ahora el chico ya no le es útil, el rancho se ha ido y su presencia no le beneficia. Personaje que va a tener que adaptarse a la historia ahora que no cuenta con su familia. Pregunta importantísima: ¿Por qué Nick sigue mintiendo por Troy? Dudo mucho que Alicia se haya creído la historia que han montado entre su hermano y el hermano de Jake y por eso auguro drama adolescente en esta trama. Sólo espero que no se muera Troy (miedo me da su fichaje por los Medici) para que no se una al grupo de personajes ocasionales de cada temporada y nos garanticen que toda trama tiene su potencial ascenso.
Fear The Walking Dead es extraña. Este tipo de episodios se utilizaban en la serie madre para marcar el final de temporada y para cargarse a un personaje protagonista. Aunque duela, este episodio hubiese marcado un antes y un después en la serie si Alicia terminase muriendo después de la batalla que ha protagonizado. Otra opción podría haber sido matar a Jake aquí. Le hubiese dado mucha más transcendencia a su muerte en lugar de marcharse por la puerta de atrás tras el mordisco más random de la historia de los apocalispsis.
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