¿Cansado de estar tumbado en tu sofá sin hacer absolutamente nada? ¿Tienes la casa que parece un vertedero y solo te apetece encender el Grindr para ver a qué muchacho te puedes trajinar? ¿Quieres acabar con tu vida porque has participado en numerosos crímenes y no puedes soportar la culpa? Pues haz como Connor y vuelve a los brazos de Keating y con el rabo entre las piernas mientras clamas piedad y algún quehacer para mantener tu cabeza fresca.
Ibas muy mal encaminado si pensabas que esta serie había dejado de girar en torno a Keating. Esta es su serie y la de nadie más. Los conflictos de los personajes pasan inevitablemente por ella, por lo que hizo en el pasado, por lo que hace en el presente y, seguramente, por lo que hará en el futuro y todavía no sabemos. Connor resurge de sus cenizas cual ave fénix y recula en sus decisiones vitales para ayudar a su antigua profesora a salvar a numerosos presos que han sufrido la negligencia de un Turno de Oficio sin recursos. Por fin va a dejar de lloriquear por las esquinas y sufrir con cara de compungido. Ahora la compungida vuelve a ser Bonnie, que cuenta entre mocos y pañuelitos cómo Annalise y ella se conocieron por primera vez y cómo han acabado jugando al gato y al ratón con la gente de la cárcel.
Sabíamos que tenían mucho en común por el tema de los abusos, por perder a un bebé y porque Winterbottom fue la aprendiz de Keating. Lo que desconocíamos es que todo comenzó cuando Annalise defendió al hombre que la violó cuando tenía solamente 14 años. Así empezó el idilio romántico entre estas dos mujeres con pelucones muy falsos para parecer más jóvenes; un paraíso que ahora tiene forma de melancolía, carreras bajo la lluvia, llantos, un te quiero, una caricia y un psicólogo al que Bonnie lleva un mes tomándole el pelo. ¿Nos hemos apresurado al pensar que el futuro sangriento tiene algo que ver con papá Castillo y no con estas dos gritándose cosas feas de nuevo en un aparcamiento?
¿Y en qué malgasta su tiempo el resto de las Backstreet Girls? Wes no ha revivido. Laurel sigue poseída por el espíritu hormonal y quiere el tornillo de Frank las 24 horas del día sin saber si el hijo que espera es suyo o del muerto. Oliver es feliz satisfaciendo las necesidades informáticas siempre que tenga un váter calentito. Michaela ha puesto a Tegan en un pedestal y disfruta de zapatos millonarios en vez de ser abogada. Wes continúa en el ataúd y, por último, Asher comienza a sospechar que su Dulcinea no trama nada bueno. Es decir, todo el mundo sigue igual que la semana pasada.
Pero hay algo positivo en que parezca que las tramas estén estancadas. Las piezas del ajedrez se deben colocar en su sitio poco a poco para no levantar sospechas. Estamos hablando de abogados fríos como el témpano que conocen todas las estrategias para salirse con la suya. Nadie va a dar un paso en falso y en caliente (excepto si es para tener a Frank como juguete sexual). ¿Será Laurel la tercera mujer de esta serie en perder a su bebé? ¿Morirá alguien de verdad o es todo postureo?
Pero hay algo positivo en que parezca que las tramas estén estancadas. Las piezas del ajedrez se deben colocar en su sitio poco a poco para no levantar sospechas. Estamos hablando de abogados fríos como el témpano que conocen todas las estrategias para salirse con la suya. Nadie va a dar un paso en falso y en caliente (excepto si es para tener a Frank como juguete sexual). ¿Será Laurel la tercera mujer de esta serie en perder a su bebé? ¿Morirá alguien de verdad o es todo postureo?
Todavía no es momento para descartar ninguna hipótesis y quedan algunas semanas hasta que se desvele quién ha salpicado con su sangre los cristales en Caplan & Gold. Es obvio que se está rifando un asesinato y los Keating 4 han comprado todas las papeletas para ser los culpables. Ya nadie podrá echar las culpas de sus desgracias a Annalise. Ellos solos se están arrastrando al fango. Y hasta el pobre e intrascendente Asher está metido en el ajo y en la cárcel como principal sospechoso. Eso le pasa por meter las narices donde no le llaman.
Promo 4x06 Stay Strong, Mama
COMENTARIOS