Como diría nuestro querido narrador: Well hello, friends! And welcome to another chapter. La cuarta temporada de Jane the Virgin se acaba de estrenar y tenemos mucho que contar. El giro argumental tan necesario a mitad de la tercera temporada, en el que hay un salto temporal de tres años, rescató a la serie de caer en capítulos repetitivos y aburridos, dio a la historia una sensación de frescura y puso sobre la mesa nuevas tramas muy interesantes.
Nuestra querida y encantadora Jane se encuentra con su querido y encantador Adam, el que fue su primer amor y, al mismo tiempo, su primer desamor. La dejó plantada el día de su boda, cuando Jane tenía solo 18 años. Teniendo en cuenta que nuestra protagonista no ha tenido mucha suerte en ese campo de su vida (y seamos honestos, en los otros tampoco), el reencuentro con su primer príncipe azul telenovelesco le hace cuestionarse qué siente por Rafael, su baby daddy, amigo, confidente y amante a ratos. Pero lo que en un principio parecía otro triángulo amoroso en el que Jane tendría que decidir con quién quedarse, acaba siendo el cierre de un capítulo y de su relación amorosa con Rafael. Permitidme dar las gracias, porque otra indecisión amorosa que acapare la historia no es lo que necesita la serie.
Nuestra querida y encantadora Jane se encuentra con su querido y encantador Adam, el que fue su primer amor y, al mismo tiempo, su primer desamor. La dejó plantada el día de su boda, cuando Jane tenía solo 18 años. Teniendo en cuenta que nuestra protagonista no ha tenido mucha suerte en ese campo de su vida (y seamos honestos, en los otros tampoco), el reencuentro con su primer príncipe azul telenovelesco le hace cuestionarse qué siente por Rafael, su baby daddy, amigo, confidente y amante a ratos. Pero lo que en un principio parecía otro triángulo amoroso en el que Jane tendría que decidir con quién quedarse, acaba siendo el cierre de un capítulo y de su relación amorosa con Rafael. Permitidme dar las gracias, porque otra indecisión amorosa que acapare la historia no es lo que necesita la serie.
Si algo caracteriza a Jane the Virgin es su personalidad. Su narrador sarcástico sitúa al espectador y le ayuda a no perderse demasiado en la historia. Al mismo tiempo, le da un toque humorístico y original. El hecho de que toda la serie sea una parodia de las telenovelas latinoamericanas —Jane the Virgin está inspirada en la telenovela venezolana Juana, la virgen— permite exagerar la historia con amores y desamores, hermanas gemelas malvadas, asesinatos, embarazos y otras muchas locuras sin que nos paremos a cuestionar cómo de realista es, porque sabemos que estamos viendo una telenovela, y todo es posible. La serie juega con eso y lo aprovecha al máximo, pero lo que de verdad le da ese toque de frescura es cómo mezclan rasgos típicos de dramas latinoamericanos con nuestra sociedad actual. Jane the Virgin sabe exactamente cómo agradar a todo tipo de público con esa mezcla perfecta de referencias y hechos extraordinarios y no aburre en ningún momento.
Al mismo tiempo, la serie analiza temas muy interesantes y poco comunes en la televisión actual, como la religión en un mundo moderno, las tradiciones familiares, la inmigración, el embarazo adolescente, la sexualidad femenina y la maternidad. Siempre desde un punto de vista humorístico, pero sin darle menos importancia de la que merece.
En este primer episodio de la cuarta temporada vemos a una Jane más libre y descansada, que no tiene miedo a vivir, aunque sigue fiel a su personalidad organizada y madura. Nuestra protagonista consigue descifrar sus sentimientos y está dispuesta a ver qué le depara un viejo amor reencontrado, pero nunca sin dejar sus obligaciones de madre. Su hijo Mateo está creciendo con rapidez y criar a un niño junto con tu ex jefe y ex amante rico después de la muerte de tu marido no es nada fácil. Pero de si algo estamos seguros es de que Jane puede con todo. Si en algún momento se le hace demasiado difícil, siempre estarán ahí su madre, padre y abuela para salvar la situación, aunque a veces éstos hagan de su vida un lío todavía mayor. Sus padres se acaban de casar y Rogelio va a ser padre por segunda vez, pero no con Xiomara, sino con su ex, Darci, quién está dispuesta a criar sola a su hija y dejar a Rogelio fatal ante todos sus admiradores. Esta es otra de las tramas interesantes que nos espera esta temporada.
¿Conseguirá Jane un nuevo amor real después de Michael? ¿Seguirá persiguiendo sus sueños de escritora? ¿Podrá compaginar todo con su labor de madre? ¿Estará su relación amorosa con Rafael 100% terminada? ¿Podrán Xiomara y Rogelio disfrutar de su matrimonio? Lo sabremos en los siguientes capítulos, y podemos verlos cada semana en España en Movistar Series.
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