Hay que reconocer que cada vez es más difícil encontrar un buen argumento para seguir viendo The Flash con ganas e ilusión. Nos despedimos la temporada anterior con la misma sensación de las temporadas pasadas, pero sabiendo que para esta cuarta temporada Barry volvería.
Y, efectivamente, Barry ha vuelto. ¿Por qué no dejar un par de capítulos viendo como el equipo se desenvuelve sin él? Ese inicio del capítulo con Vibe y Kid Flash uniendo fuerzas con Joe y Iris detrás del equipo es de las escenas más novedosas que podíamos haber visto. Un nuevo equipo que ha estado seis meses protegiendo la ciudad pero que rápidamente se esfuma porque un samurái con ganas de enfrentarse a Barry aparece en Central City.
La idea de que la serie no es nada sin Barry es un error, y el resto de personajes merecen una oportunidad que en ningún momento dura más de unos minutos. Pero siendo sinceros, ni siquiera saben vivir sin Caitlin. ¿De verdad necesitamos que el equipo vuelva a ser el mismo de siempre tan rápido? La respuesta es no.
Prácticamente estamos en el mismo punto en el que estábamos la temporada pasada y cansa saber cuál será el siguiente paso de la serie. El espectador necesita novedad, que la serie arriesgue y no sea el mismo juego de siempre. La lista de novedades en este nuevo capítulo es bastante escasa (no es novedad que haya vuelto Barry ni que Caitlin siga luchando internamente con Killer Frost).
Esa pizca de aire fresco se podría decir que la aporta el villano (sí, habéis leído bien, un villano distinto), su mano derecha y su ejército de robots samuráis voladores estéticamente más cercanos a Arrow que a The Flash.
¡The Thinker no es un velocista! Y ya iba siendo hora. Nos ha quedado claro que Barry es el mayor velocista así que era lógico que el siguiente villano al que enfrentarse no fuese un velocista porque habría chirriado demasiado como para poder ser soportable la temporada. En este caso nos encontramos ante un metahumano con una mente extraordinaria que, a priori, parece el punto más interesante de la cuarta temporada. Le acompaña The Mechanic, una ingeniera que le ayuda con los dispositivos para aumentar su poder y crea al ejército de samuráis.
En resumen, el inicio de temporada más flojo que hemos visto en estas cuatro temporadas y que repunta un poco gracias a The Thinker (Neil Sandilands). Esperemos que no se equivoquen con esta elección que puede dar mucho juego. Nada más que comentar que no se haya comentado en otras temporadas. Capítulo flojo donde los haya. Quizás deberían haber dejado al Team Kid Flash volar un poco más alto.
¿Qué os ha parecido este inicio?
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